Hace cerca de un año el autismo tocó a la puerta y entró a mi casa. Creo que ya estaba, quizá desde cuando la casa era mi útero. Como yo no lo podía ver, el autismo se salió desde adentro, tocó la puerta, le abrí y le dije así que eras tú. -Sí, pero tú no me querías ver-...
El autismo me dejó vivir un idílico año y medio de maternidad en el que fui inmensamente feliz, hasta que comenzó a manifestarse. El amor ciega y a mí me cegó durante tres años.
Hoy quiero despedirme de una imagen, una ilusión, un sueño. Como los globos azules de estos días, quiero soltarlo, dejarlo ir, a ese hijo que sólo ha vivido en mi cabeza, el que gesté en mis sueños, el que imaginaba con ilusión, el que me sorprendería con ingeniosísimas preguntas, al que deseaba mostrarle el mundo tomado de mi mano, el amoroso y tierno niño que sólo podría abrazarme, besarme, amarme, el que nunca jamás podría golpearme ni lastimarme. La imagen de ese hijo se me presenta cada vez que veo a los niños de la misma edad haciéndose preguntas con su imaginación desbordada, coloreando con sus manitos creativas el mundo, jugando juntos, aprendiendo a convivir con sus iguales. Necesito dejarlo ir porque el hijo, el que tengo en casa es otro, el real, el que es, el que me está enseñando a resignificar lo que es ser mamá, su mamá. Me despido de ti, hijo imaginario para poder amar con plenitud y comprensión a mi hijo verdadero. Me despido también de la posibilidad muy escondida en mi corazón de tener otro hijo, ya no lo quiero, ya tengo uno y con él me basta...
Soltarlo, dejarlo ir... Adiós
Es parte de mi proceso, en el que necesito terminar con este duelo, porque ya no quiero añorar lo que no es y quiero dar los siguientes pasos firmemente...
Hoy entiendo mejor el significado de la palabra DIFERENTE: soy una mamá diferente de la que pensaba que sería, de un niño diferente, pero igualmente digno de amarse. Me sorprende de manera diferente cada pequeño avance, cada mirada cómplice, cada nueva palabra, cada nueva frase dicha. Esta maternidad diferente requiere mucho más esfuerzo pero creo que me va dejando muchas satisfacciones, aunque también muchas lágrimas, esas aún no se me terminan, porque muchas veces ya no son sólo de tristeza...
Quiero volver a sentirme inmensamente feliz, diferente e inmensamente feliz.
Hoy es 2 de abril y se conmemora el Día de Concienciación del Autismo y todo lo que pido hacia afuera me lo pido a mí misma: acércate sin juzgar, infórmate, sensibilízate y ¡apóyalo! Es tu hijo, es único, es como es...
Soltarlo, dejarlo ir
Que vuele
Que encuentre su propia voz
Ya no me pertenece a mí
Yo se lo dejo a él
Soltarlo al aire dejar salir
Del pecho este sentimiento
Que en mi murió
Yo ya vi mi sol nacer
Y hoy vuelve a amanecer
Volver a comenzar en la vida
Mirando un cielo azul
Con fe y con mi poder
Con todo el corazón
Llevando esta canción por la vida
Aparecemos en Revista Ser Tribu Mayo 2015