miércoles, 15 de julio de 2015

Donde los sueños nos lleven

El 23 de diciembre de 2014, en medio de la gran depresión que de por sí me inunda en esas fechas y de una gripa monumental, soñé...

Soñé con esa sensación única y placentera que me da salir al mundo y decía -Sí sí, estoy de viaje después de tanto tiempo... ¡Qué bonito! ¡Estoy en Bogotá!...

Y me desperté, a las 3 de la mañana, sorda por la gripa y con Octavio mojado hasta el cuello y llorando porque no encontraba un coche amarillo con el que se acostó y que perdió entre las sábanas.

Varios meses después viajamos a Bogotá.

Hoy amanecimos en nuestro último día en Colombia y mi amado me dijo: -Yarim, soñé que abríamos la cortina y veíamos que estábamos en Perú...-

Una gran sonrisa y alegría me invadió.


miércoles, 1 de julio de 2015

Mis amigos de preescolar

De niña, durante toda la primaria tuve por compañera a una niña con discapacidad auditiva. Para todos nosotros fue algo muy natural convivir con ella. Nunca hubo discriminación ni fue excluída y todos aprendimos el lenguaje de señas para comunicarnos con ella. Era parte del grupo. Esa experiencia, estoy segura, que marcó y sensibilizó a todos los niños que fuimos entonces.
Ahora mi intuición me lo decía, no solamente Octavio se vería beneficiado de su inclusión en una escuela regular. También los niños aprenderían a convivir, aceptar y respetar la diversidad como algo natural. Y así fue.
Hoy terminó el ciclo escolar para Octavio y nos llevamos grandes muestras de amistad, con unos niños nobles y sin prejuicios. Se quedan en nuestro corazón.
Gracias a maestras y maestros, gracias hermosos niños. Gracias especiales a Luz y Mayra, maestras sombra, que iluminaron el camino de Octavio durante este ciclo. Y mi agradecimiento infinito a la maestra Liliana, que siempre creyó en la capacidad de Octavio y siempre estuvo muy al pendiente de él. Sin tu apoyo esta no hubiera sido una inclusión escolar exitosa.