Hoy, ayer, no sé ni a qué horas escribo, me siento muy preocupada, para variar, por Octavio.
Me preocupa que no hable, que ya debería hacerlo, me preocupa que es agresivo, pellizca, muerde, patea, particularmente a mí, pero ahora se ha extendido a la abuela y a los perros. No es paciente, avienta las cosas muy enojado. La disciplina positiva, ni ninguna otra está funcionando ... ¿por qué? ¿qué pasa? ¿serán esos tan mencionados terribles dos? ¿Y si no mejora su carácter al cumplir 3 ó 4 ó 15? No quiero que haya gritos y violencia también por mi parte, no quiero, esa niñez no quiero para él... Perdóname Octavio, que ya muchas veces, me desespero y reacciono mal...
Me frustra que no puedo dedicarle el 100% de mi tiempo, que tengo que irme a trabajar o que aún sin salir, tengo que trabajar en la casa, en este ciclo de trabajo-dinero-bienestar (¿?), en el que por no desechar ninguna oferta laboral, se me enciman los proyectos y aún no he logrado adaptarme para delimitar mi tiempo, el de trabajo y el que es en exclusiva para mi hijo... No me puedo organizar, carajo...
Así que ahorita, en vez de estar durmiendo con él, estoy despierta de madrugada, para avanzar el libro que ya tiene que entrar a la imprenta, reenviando cotizaciones, cruzando los dedos para que no me empiecen a presionar los del manual de música... pensando que mañana tengo que estar a las 9 en el instituto donde recién inicié otro proyecto de trabajo temporal y que el coche está en el taller... escuchando a mi niño toser... me tengo que acordar de avisar que mañana tampoco irá a la escuelita por prescripción médica... que al papá no lo puedo interrumpir, porque se le seca la pintura....
Espero que la agresividad de Octavio sea un reclamo, que tiene solución, que lo que quiere es toda mi atención... pero en cualquier caso, consultaremos al pediatra o buscaré a alguien, algún especialista con quien poder compartir estas preocupaciones...
Ay! que ya pasen estos tres meses para ser libre y pasar mi tiempo atendiéndolo como merece mi pequeño y que estos terribles dos, sean los recordados, amables, amorosos, juguetones, únicos e irrepetibles dos añitos...
miércoles, 15 de febrero de 2012
viernes, 3 de febrero de 2012
A la escuelita
Octavio cumple 27 meses este febrero y entrará a la escuelita.
Ésta decisión me tiene muy nerviosa. Me apena tener que separame de él para dejarlo con gente extraña siendo tan pequeño, pero creo que le ayudará convivir, estar con pequeños contemporáneos, espero que se desarrolle más, que empiece a hablar, que se divierta, que la pase bien...
Sé que todo eso lo puede aprender en casa o en lugares donde haya más niños (parques, fiestas, actividades, talleres infantiles) pero en este momento creo que es la mejor opción para nosotros y espero que para él también. Hay varias cosas que puntualizar pero esencialmente decidimos que entre ahora, porque yo necesito y quiero unas horas exclusivas para dedicarme a ejercer mi profesión, que por fortuna, desde hace unos 8 meses no me han faltado proyectos y remuneración, lo que ha servido para ir aligerando algunos de los gastos de la casa.
Por otro lado creo que se le carga la mano a la abuela con un pequeño muy demandante, explorador, enérgico y de carácter tan obstinado. Papá tiene siempre mucho trabajo, impostergable y delicado, que le impide dedicarle tiempo al pequeño. Y yo, a medias, entre querer hacer lo que me gusta y no poder, entre querer poner orden en la casa, entre tener que alargar las fechas de entrega de mis trabajos, entre muchas desveladas porque sólo puedo avanzar cuando Octavio se duerme, etc... Estoy cansada. Octavio lo resiente y se pone agresivo conmigo.
Leo las páginas pro crianza con apego que hablan de las muchas desventajas de llevar a los niños a la guardería, de todas las enfermedades a las que se exponen y que en realidad no les sirve para "socializar", lo que me hace sentir mal. Leo a las mamás que se dedican en exclusiva a estar en casa con los hijos, que sin duda, tienen resuelta la economía del hogar lo que les permite estar y disfrutar de la crianza, sin agentes externos. También leo a las admirabilísimas madres multitarea, que educan en casa y que les alcanza el tiempo para hacer mil cosas. Y yo no encajo. Estoy haciendo todo a medias. Yo necesito y quiero tiempo, para trabajar y para mis proyectos personales. Las horas en las que esté Octavio en la escuelita tendré que aprovecharlas al máximo, para que cuando lo recoja, pueda dedicarme el resto del día a estar en exclusiva con él y no con la cabeza en otro lado. Espero que así nos funcione.
Los días de adaptación serán difíciles, espero que los sobrellevemos de la mejor manera y que al final, sea para bien esta decisión.
Ésta decisión me tiene muy nerviosa. Me apena tener que separame de él para dejarlo con gente extraña siendo tan pequeño, pero creo que le ayudará convivir, estar con pequeños contemporáneos, espero que se desarrolle más, que empiece a hablar, que se divierta, que la pase bien...
Sé que todo eso lo puede aprender en casa o en lugares donde haya más niños (parques, fiestas, actividades, talleres infantiles) pero en este momento creo que es la mejor opción para nosotros y espero que para él también. Hay varias cosas que puntualizar pero esencialmente decidimos que entre ahora, porque yo necesito y quiero unas horas exclusivas para dedicarme a ejercer mi profesión, que por fortuna, desde hace unos 8 meses no me han faltado proyectos y remuneración, lo que ha servido para ir aligerando algunos de los gastos de la casa.
Por otro lado creo que se le carga la mano a la abuela con un pequeño muy demandante, explorador, enérgico y de carácter tan obstinado. Papá tiene siempre mucho trabajo, impostergable y delicado, que le impide dedicarle tiempo al pequeño. Y yo, a medias, entre querer hacer lo que me gusta y no poder, entre querer poner orden en la casa, entre tener que alargar las fechas de entrega de mis trabajos, entre muchas desveladas porque sólo puedo avanzar cuando Octavio se duerme, etc... Estoy cansada. Octavio lo resiente y se pone agresivo conmigo.
Leo las páginas pro crianza con apego que hablan de las muchas desventajas de llevar a los niños a la guardería, de todas las enfermedades a las que se exponen y que en realidad no les sirve para "socializar", lo que me hace sentir mal. Leo a las mamás que se dedican en exclusiva a estar en casa con los hijos, que sin duda, tienen resuelta la economía del hogar lo que les permite estar y disfrutar de la crianza, sin agentes externos. También leo a las admirabilísimas madres multitarea, que educan en casa y que les alcanza el tiempo para hacer mil cosas. Y yo no encajo. Estoy haciendo todo a medias. Yo necesito y quiero tiempo, para trabajar y para mis proyectos personales. Las horas en las que esté Octavio en la escuelita tendré que aprovecharlas al máximo, para que cuando lo recoja, pueda dedicarme el resto del día a estar en exclusiva con él y no con la cabeza en otro lado. Espero que así nos funcione.
Los días de adaptación serán difíciles, espero que los sobrellevemos de la mejor manera y que al final, sea para bien esta decisión.
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