miércoles, 15 de febrero de 2012

Los terribles dos

Hoy, ayer, no sé ni a qué horas escribo, me siento muy preocupada, para variar, por Octavio.
Me preocupa que no hable, que ya debería hacerlo, me preocupa que es agresivo, pellizca, muerde, patea, particularmente a mí, pero ahora se ha extendido a la abuela y a los perros. No es paciente, avienta las cosas muy enojado. La disciplina positiva, ni ninguna otra está funcionando ...  ¿por qué?  ¿qué pasa? ¿serán esos tan mencionados terribles dos? ¿Y si no mejora su carácter al cumplir 3 ó 4 ó 15? No quiero que haya gritos y violencia también por mi parte, no quiero, esa niñez no quiero para él... Perdóname Octavio, que ya muchas veces, me desespero y reacciono mal...

Me frustra que no puedo dedicarle el 100% de mi tiempo, que tengo que irme a trabajar o que aún sin salir, tengo que trabajar en la casa, en este ciclo de trabajo-dinero-bienestar (¿?), en el que por no desechar ninguna oferta laboral, se me enciman los proyectos y aún no he logrado adaptarme para delimitar mi tiempo, el de trabajo y el que es en exclusiva para mi hijo... No me puedo organizar, carajo...

Así que ahorita, en vez de estar durmiendo con él, estoy despierta de madrugada, para avanzar el libro que ya tiene que entrar a la imprenta, reenviando cotizaciones, cruzando los dedos para que no me empiecen a presionar los del manual de música... pensando que mañana tengo que estar a las 9 en el instituto donde recién inicié otro proyecto de trabajo temporal y que el coche está en el taller... escuchando a mi niño toser... me tengo que acordar de avisar que mañana tampoco irá a la escuelita por prescripción médica... que al papá no lo puedo interrumpir, porque se le seca la pintura....

Espero que la agresividad de Octavio sea un reclamo, que tiene solución, que lo que quiere es toda mi atención... pero en cualquier caso, consultaremos al pediatra o buscaré a alguien, algún especialista con quien poder compartir estas preocupaciones...

Ay! que ya pasen estos tres meses para ser libre y pasar mi tiempo atendiéndolo como merece mi pequeño y que estos terribles dos, sean los recordados, amables, amorosos, juguetones, únicos e irrepetibles dos añitos...

5 comentarios:

  1. Ay, Yarim, lo siento muchísimo. Pero en parte creo que es normal. Y también pienso que tú misma tienes las respustas. Por supuesto que Octavio está tratando de expresarse, que te pide atención a su manera (lo que no significa que lo mal-atiendas, si no que él pide lo que tiene que pedir a su edad), que esté pasando por momentos difíciles con los nuevos cambios (la escuelita, la tos, tu trabajo) y bla, bla, bla. Pero también es cierto que tú debes sentirte angustiada y que no es fácil saber cómo resolverlo o dar vuelta a la página. Siempre digo que cada familia, cada mamá y cada pequeño tienen sus ritmos, porque son un mundo en particular... pero también siento que es cierto que los niños necesitan límites, no con golpes ni gritos (que a veces se nos escapan), pero sí con claridad y muuuchas palabras. Así Octavio no hable aún, háblale todo el tiempo tú, explícale, hazle saber qué está bien (y por qué) y qué está mal (y por qué). Deja que sepa cuáles son tus emociones y enséñale cómo puede expresar mejor las suyas (pregúntale cuando esté en "crisis" de los dos qué le pasa: si está triste, si está enojado, si le duele algo, si...) Creo que de ese modo, quizás, encuentren un pequeño oasis de comprensión o al menos de desahogo mutuo. Y espera, pacientemente: la vida encontrará de algún modo tu rumbo.
    Un abrazo fuerte, fuerte, fuerte,
    A.

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  2. Me da mucha pena las dificulatades por las que estás pasando, pero insisto en que los tiempos fuera te pueden funcionar, de verdad al principio parece que no hay avance, pero verás que eocntrarán más calma, a mi me gustaría hacer alguna observaciones, pero no me he atrevido.

    Te mando un abrazo.

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  3. Ay Yarim te mando un fuerte abrazo. Creo que son todos los cambios para Octavio, acá también hay cosas con mi hija, me dicen que en la escuela les pega a los otros niños y yo hablo con ella y explico y parece que a esas nuevas reglas de la escuela le cuesta mucho trabajo adaptarse, por que aquí hacia los que ella queria, cuando queria y como queria y ahora debe seguir nuevos ritmos y reglas de trabajo y convivencia. Supongo que a Octavio le pasa los mismo, hay que tener mucha paciencia, sé que cuesta mucho y parece a veces que todo es tan dificil, todo se sale de nuestras manos, y estallamos y luego nos sentimos culpables y ¿estaré haciendo bien? ¿estaré fallando? ¿estaré criando de forma correcta? Descansa un poco más amiga, habla y habla con Octavio, no lo hagas sentir culpable de las cosas, más bien dándole su lugar y explicando lo que podria pasar como consecuencia. Yo no creo en los terribles dos, mi hija esta a 4 meses de cumplir 3 y es tan temperamental como su madre, asi que dudo que se le quite a los 3, 4 o 15. Abrazos

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  4. Gracias por sus comentarios y consejos, gracias, es bueno tenerlas de apoyo...

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  5. Querida Yarim!!

    Primero que nada, un fuerte abrazo. Creo que lo que te está ocurriendo nos pasa a la mayoría de nosotras. Al igual que con Lilis, el buchis es sumamente temperamental, con un carácter tremendo, igual que yo, entonces trato de entenderlo mucho más, porque a final de cuentas, no es su culpa ser como es.
    Ciertamente, ahora que tiene 2 años es más complicado entenderlo, se enoja de la nada, avienta cosas, patea, no quiere nada ni a nadie y en otro momento está feliz, sonriente, juguetón, amoroso. En mi caso, antes de saber que estaba embarazada, lo atribuí a la separación que tuvimos por mi trabajo y al hecho de que tuvo que ir a la guardería.
    Sin embargo, ahora que ya no vamos (ni yo a trabajar ni él a la escuelita) he notado varios cambios. Sin duda no le gustaba separse de mí y lo expresaba estando tremendamente hostil conmigo. Aún así, aprendió muchas cosas en la guarde, empezando por la convivencia con otros niños, en un ambiente sano y respetuoso.
    Ahora que ya está consciente de que hay otra personita dentro de mí y que ya forma parte de nuestra familia, de repente reacciona chipil, enojado, pero en otras, tremendamente amoroso, me abraza, me besa, a la pancita...
    En fin, como todo, yo creo que son procesos y momentos y que pasan...solo hay que ser muy paciente y seguir sosteniéndolos con mucho amor.
    Les mando un gran abrazo a tí y a Octavio, esperando que pronto encuentren el balance. <3

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