La felicidad es un instante captado en una imagen.
Alrededor nuestro se respiraba la tristeza.
Dos familias rotas.
Una, por la separación, una traición y con un padre viviendo esa tristeza que se piensa que nunca se podrá superar...
Otra, con un hijo adolescente ahogado y una madre esperando, en la orilla de la presa, a que los rescatistas le entregaran el cuerpo después de varios días desaparecido. Una tristeza que sin duda alguna, nunca, nunca se podrá superar...
Y nosotros, felices e ignorantes, captados en un instante congelado, sin imaginar, que pronto sentiríamos una tristeza inmensa y que viviríamos un proceso de duelo, distinto al de la madre del hijo ahogado o al del padre traicionado, pero equiparable porque también es una pérdida, aunque sin duda, la iremos superando con el tiempo...
Felices e ignorantes, con una venda en los ojos, en ese instante éramos nosotros tres, riéndonos, amándonos, reconfortándonos porque no éramos nosotros los que vivíamos esas tragedias crueles de la vida...
...entonces la tristeza comenzó a rondarnos cada vez más cerca....
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