lunes, 17 de enero de 2011

¿Por qué gritas?

Octavio tiene muy buenos pulmones y tiene fuerza, mucha fuerza, para gritar y para golpear. Se está volviendo exigente, gritón, berrinchudo y tosco. ¿Serán así todos los varones? supongo que las niñas son más delicadas, pero tengo pocos puntos de comparación. Y dudas, muchas dudas sobre si lo estamos educando bien o mejor dicho, qué estaremos haciendo mal para que se esté volviendo un niño "malcriado".

En general es un niño con un buen carácter, pero estos últimos días han sido de gritos que perforan los oídos, berrinches y llantos si no hacemos lo que él quiere, y una lucha grecorromana cada vez que hay que cambiarlo de ropa y pañal. Se defiende con uñas y patadas. Es dificil no perder los estribos, pero no creemos en devolverle golpes, amenazas y gritos para aleccionarlo...

¿Pero qué se hace? ¿cómo le hacemos entender que ni gritando ni golpeando va a lograr las cosas que quiere? Supongo que es algo pasajero, quizá esté afianzando su carácter y personalidad. Tiene mucha energía y no encuentra el modo de canalizarla. Seguramente, cuando comprenda que hay otras maneras de actuar, respetuosas y civilizadas, volverá el niño tranquilo y feliz que queremos que sea.

Me siento un poco desorientada. Buscaré bibliografía y las experiencias de quienes han pasado por las mismas, que seguramente son todas las mamás, pero por lo pronto, a mi me parece que estamos en un momento crucial en el que debemos encontrar la mejor manera de actuar para no dañar nuestra relación padres-hijo, y mucho menos, en una etapa tan temprana.

6 comentarios:

  1. Ay, Yarim, conozco el caso. Y puedo decirte que es la edad y que seguramente es temporal. Nuestros chiquitos empiezan a hacerse grandes, a querer expresar lo que sienten y a demandar atención de manera explícita. Creo que eso debe tener un lado positivo y es que están madurando su carácter (no para volverse malgeniados ni malcriados ni nada, si no justamente lo contrario. Supongo que de nuestras reacciones dependerá el resultado). Ahora mismo tengo a Irene pegada a mí quejándose y pidiendo su cita, así que no me alargo.
    He escrito algunos posts sobre el tema, otros lo han tocado de lado. Creo que los centrales son estos tres que de adjunto, más el que leíste ayer (¿u hoy?). Te dejo los links para que los veas, espero que te sirvan de algo.
    Muelas, fiebre y llantos: ¿se puede pedir más?
    A propósito del llanto del bebé
    “Este niño está muy consentido”
    “No, no, no”: ¿se debe insistir (o no) en los “no”?


    Finalmente, mi consejo: paciencia, amor y una que otra lectura sobre Disciplina positiva o disciplina con amor. He hecho algunas y me han servido muchísimo. Te mando un documento por correo sobre ello.
    Paciencia, paciencia, paciencia, mucho hablar y mucho amor.
    Un abrazo fuerte para los tres,
    A.

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  2. hola Yarim, permiso ante todo!
    es normal, por varias razones, La primera y la más importante es que se llama Octavio, es un emperador, es unico es inmenso, los nombres son importantes referentes de lo que uno es!
    lo otro muy importante es que esta buscando limites y quiere saber hasta donde puede llegar, el golpe o el grito no conducen a nada, es uno de los puntos, el tercero es que esta en constante cambio, crecer no es fácil y no poder ser y hacer todo lo que uno desea es frustrante y como un adulto ante lo frustrante se ofusca y grita y patalea y lo hace ante cualquier persona, lo de no dejarse cambiar es una forma de retenerte más con él de una forma diferente, hay bibliografia variada sobre ello, me gustó mucho un libro de Laura Gutman, "La revolución de las madres".
    Pero ante todo no es que estás haciendo mal sino que lo que ello te lleva a vos a sentirte así, como consternada, el es sano, natural y ante todo es un niño, el mundo ya es lo suficientemente duro como para empeñarnos en pre-verlo civilizado y "educado", se niña y piensa como él, no quiero decir con esto que le consientas todo, sino que tu intuición y tu sentimiento son los mejores guías ante una situación difícil con tu hijo.

    Shanti.

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  3. Si, otro aburrido comentario que dice, es normal.
    De verdad, trata de ver más allá, y no pensar que depende de tí todo el resultado, si lo escuchas, si tratas de comprenderlo, si le pones límites y lo dejas un llorar un poquito, y aún si no haces nada de eso pasará. trata de concentrarte en que uno o tres meses te estarás enfrentando a resto diferentes, y este te parecerá cualquier cosa, porque es un proceso cambiante y cambiante y cambiante, apenas de acostumbres a algo, habrá cambiado. Pero no va a pegar gritos cuando tenga 20 años, no va a patear a todos cuando tenga 5, porque no le va a funcionar con los otros niños, va a pasar. Tranquila y un abrazo. Estoy por ahí para chatear al respecto si quieres.

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  4. Hola Yarim, yo también he pasado por mometos así con mi hijo y como dice Chili, habrá muchos otros momentos en que te enfrentarás a estas sensaciones. Amor, mucho amor, a tu hijo y a tí que andas este camino de la maternidad y que vas aprendiendo como todas nosotras, sobre la marcha, que te enfrentas con la contradicción entre lo que las personas te dicen que debe ser y lo que tú sientes y observas en relación a tu hijo, que vives la distancia entre tus expectativas y la realidad.
    Cada relación madre e hijo es única aunque todas experimentemos cosas parecidas. Sólo tú puedes discernir qué es lo que hay que hacer en cada situación, en mi caso he aprendido a detenerme y escuchar, no intentar "solucionar" lo que sucede sino estar perceptiva a qué es lo que pasa, para tratar de entender qué desencadena ese comportamiento que los adultos solemos juzgar como indeseable, pero que siempre es una expresión sana y natural del niño a menudo de frustración, cansancio, sus intentos por afianzar su independencia, pedidos de atención, etc.
    Desde que soy madre, mi hijo me hace verme de frente en mi presente y mi pasado con una claridad y transparencia que a veces duelen, pero que siempre terminan conduciéndome a un mayor entendimiento de por qué me incomodan ciertos comportamientos de mi hijo y de dónde se originan esos sentimientos y la creencia de que mi hijo debe comportarse como yo quiero y no como él es.
    Siempre que quiero controlar el comportamiento de mi hijo, los resultado suelen ser desagradables paa ambos, porque creo que el enfoque no es controlar, sino entender y encauzar nuestras acciones como madres a la satisfacción de los deseos de nuestro hijo en formas armónicas, creativas y amorosas con los nuestros.
    Las personas siempre vamos a tener una opinión, pero sólo tú puedes discernir qué acciones te proporcionan paz y cuáles no y esa es tu guía más importante y la única certera para ustedes.
    Por último quiero decirte que aunque a veces creamos lo que tantas veces se nos ha dicho y hemos escuchado en contra de la libertad de los niños y la comodidad de los adultos, yo he decidido creer en mi hijo, en que sus acciones no son una forma de manipulación sino el modo en que en cada momento dado , él puede comunicar lo que siente y vive.
    Un gran abrazo Yarim!

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  5. ¡Hooola hermanita!

    Todo o que te han dicho tus colegas al respecto es cierto...

    ...¡y espérate a que le llegue a adolescencia!...12, 13, o 14 añejos...Uffff!!!

    ¡Ahí es cuendo un aprende lo que es la miel en penca jajajaja!!!

    No worries...ser mamá y papá siempre es muy exigente...¡pero muy divertido a la vez!

    Te quiero mucho

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  6. Azulitoclaro... no sabes como te agradezco tus posts siempre tan lúcidos y enriquecedores. Me hacen encontrar la orientación... Gracias también por el texto. Lo leeré hoy con detenimiento.

    Shanti, primero gracias por pasar por mi blog, eres muy bienvenida. Buscaré ese libro de Laura Gutman, pero muchas gracias por tus palabras y consejos. Me gustó mucho lo que me dijiste de que me ponga en sus zapatos y sea niña, para ver desde su perspectiva. Gracias.

    Chili, es cierto, el reto va a ser constante y cambiante. Estos días he tratado de estar más alerta, lo he escuchado más. Lo que quiere es libertad y le frustra el NO de los adultos, pero en realidad el reto está en que cambiemos nosotros nuestras reacciones ante él. Gracias por estar aquí.

    Vane, es muy cierto lo que dices, los adultos somos los que al tratar de controlar o aleccionar a los niños con lecciones de buen comportamiento les causamos frustración y el resultado no es bueno. Me gustó muchisimo tu comentario, realmente es como una luz que orienta a esta mami desorientada. Gracias por tus consejos. Los seguiré.

    Querido anónimo, cada etapa de los hijos son únicas y ninguna es menor que la otra. Seguramente cuando Octavio tenga 12 o 15 estaré enfrentandome a retos que hagan que los de ahora me den risa, pero en el momento en que se viven son siempre delicados y de poner toda la atención. Ustedes, papás expertos, que han vivido prácticamente todas las etapas del crecimiento de las hijas seguro nos ven a nosotros o a mi en especial como que me ahogo en un vaso de agua, pero bueno, siempre es bueno saber que todos vamos pasando por las mismas, gracias por el comentario. Saludos!

    Gracias muy sentidas a tod@s por ayudarme a encontar el camino al compartirme sus experiencias, comentarios y consejos. Siempre serán muy bienvenidos y necesarios. No dejen de acomompañarme en este camino...

    Sigamos....

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