Por eso tengo este sentimiento tan atravesado como una dolorosa espina y ha sido lo que me impulsa a sacar mis habilidades en la gestión cultural y trabajar para lograr que en Xalapa, nuestra tan autoproclamada, culta ciudad, en verdad exista una cultura inclusiva que sea tolerante y respetuosa con los públicos diversos.
Esta será nuestra primera experiencia en el teatro donde el público serán niños con autismo y sus familias. Espero que este sea el punto de partida y podamos lograr que se replique en otros espacios culturales. Que la orquesta sinfónica, las salas de cine, las compañías de teatro programen regularmente funciones incluyentes donde las personas con condiciones distintas puedan ser partícipes y que no tengan que verse excluídas, junto con sus familias, de su DERECHO al esparcimiento y la recreación. Que exista un cambio de actitud en los foros, beneficiando a nuestros niños con ambientes relajados, respetuosos y amables.
Hola, soy Marla Anell, soy actriz y mamá de un peque de casi 5 años con autismo, vivimos en la CDMX. Coincido contigo en muchos de los aspectos que comentas, y esta situación en particular es algo que me duele personalmente porque es el mundo en el que yo me desenvuelvo y al que tampoco he podido incluir al 100% a mi hijo.
ResponderEliminarDe esta necesidad nace el deseo de generar una compañía escénica que genere espectáculos y talleres incluyentes. Apenas tengo unos meses de acercamiento con el mundo de organizaciones y espacios para autistas. Ojalá pueda contar con tu experiencia en este campo para darle forma a mi proyecto. Gracias.