martes, 23 de febrero de 2010

Amuleto

Cuando yo era niña me atraía mucho ver que los niños chiquitos traían como pulseras su Ojo de Venado. Pensaba con tristeza en el pobre venadito que se había quedado tuerto para que el niño en cuestión tuviera su pulserita, pero aún sabiendo del crimen cometido contra el animalito, se me antojaba portar mi propio Ojo de Venado. Seguramente mi mamá me explicó que eso sólo se lo ponían a los bebés, aunque no recuerdo si me dijo cuál era la razón. A mí me parecía estético y de “alcurnia” llevar uno en mi muñeca. Nunca me compraron uno. Ahora se que es una semilla y que popularmente se usa contra el llamado Mal de Ojo.

Desde que nació Octavio ha sido un niño muy llamativo. Mucha gente nos mira, nos sonríe, nos saluda, nos pregunta, nos felicita. Papá y mamá se esponjan como pavorreales orgullosos cada vez que esto pasa. No hace mucho, en el súper, una mujer joven nos dijo, alarmada, que cómo era posible que trajéramos al niño sin su Ojo de Venado, o de menos un hilito rojo alrededor de su muñeca y nos hizo varias recomendaciones para evitar las malas vibras. Otra, después de echarle muchos piropos, le puso una cruz de saliva en la frente. Yo, casi de inmediato, saqué una toallita húmeda de la pañalera y se la limpié.

El domingo, aprovechando la tregua de buen clima, salimos a pasear a Coatepec. Siempre vamos a los mercados de los pueblos buscando olores, texturas, sabores, imágenes, objetos y demás cosas interesantes que sólo se pueden encontrar en esos universos que son los mercados. Y así, dando de vueltas, no tardamos en encontrar un puesto donde vendían, entre otras cosas, Ojos de Venado. Como soy librepensadora, no creo en el Mal de Ojo y la pulserita de Ojo de Venado me sigue pareciendo estética y simpática para ponérsela al salir a pasear, y como yo nunca tuve una, cumplí mi deseo frustrado comprándole una a Octavio, más por folclorismo que como amuleto en sí... pero por si las dudas y ante tanta insistencia popular, no vaya a ser…

Resulta que, aunque los orgullosos papás traían a su retoño ahora ya protegido contra las malas vibras, regresando a casa, el niño se puso chillón y con su ojito izquierdo chiquito y lagañoso. Si fue resultado de una mala mirada o porque el Ojo de Venado recién adquirido haya salido defectuoso, el caso es que al ojo de Octavio le cayó una infeccioncita. Como sí creo en las propiedades medicinales de la herbolaria, le eché gotitas de manzanilla y su ojito ya va mejorando.

Así que, la moraleja es que los Ojos de Venado sí sirven… lo leí en Yahoo Respuestas: "Al venado le sirven para ver, y a nosotros nos sirven pos pa que nos mire el venado." ;D






4 comentarios:

  1. HOLA FLORECITA ROKERA!!! OIE QUE CHISTOSO NARRASTE ESTA ENTRADA :) ME GUSTÓ Y QUE BIEN QUE OCTAVIO YA TENGA SU OJO DE VENADO :) IGUAL YO NO SOY MUY GREYENTE DE ESTAS COSAS, ME GUSTAN LAS FOTOS!!!! YA QUEREMOS CONOCER AL BEBÉ :) SALUDOS

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  2. Hola soy Nati, entra en mi blog y juega será divertido
    Besos.

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  3. Hola, que gusto que nos hayamos encontrado, te pongo en la lista de las mamás que escriben en nuestro blog, y te recomiendo la leche materna en el ojito lagañoso.

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  4. Gracias por el consejito! El ojo se curó muy bien. Saludos!

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