Para celebrar el cumpleaños de Israel y los tres meses de Octavio, hicimos su primer viaje "largo" la semana pasada. Lo llevamos a Pachuca, a que lo conociera su abuelo. El viaje de ida fue muy estresante porque salimos tarde de Xalapa, se nos hizo de noche y llovió durante todo el trayecto. Por fortuna llegamos bien. Aunque la mayoría de los días hizo mucho frío y lluvia, fue una buena experiencia la de viajar con el bebé. Claro, Octavio se la pasó la mayor parte del tiempo dormido. Mi mamá le canta "este niño lindo, que nació de noche, quiere que lo lleven a pasear en coche" y es cierto, en cuanto se sube al coche se duerme de lo más plácido. Los abuelos estuvieron muy felices con su nietecito de visita. Estuvo muy apapachado por ellos y mi mamá, que también fue con nosotros. Siguió recibiendo muchos regalos porque a la menor provocación le compramos más ropa, zapatos, juguetitos, como si el pobre niño no tuviera ;D. Así que seguirá estrenando. La abuelita Isabel le regaló a Octavio la sillita del coche para estrenarla en el viaje de regreso, pero no se la pudimos instalar allá, así que por lo pronto seguiremos llevándolo en el bambineto hasta que logremos ponersela al coche y ya pueda viajar sentadito y seguro en ella. Se portó muy bien, es muy tranquilito y nos tiene enamorados a todos. Queremos que Octavio tenga siempre presente a sus abuelos y a Pachuca, como la tierra de sus orígenes, así que esperamos poder llevarlo cada dos o tres meses para allá. Estoy segura de que lo disfrutará cada vez más y para nosotros será siempre, muy chida la experiencia de viajar con él...
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