miércoles, 14 de abril de 2010

Años

Con el cumpleaños de Elena, me quedé reflexionando sobre la edad. Dicen que todo llega a su tiempo. Mi tiempo me llegó pasados los 30. A los 33 me hice el propósito de tener un hijo antes de los 35. Antes quise hacer muchas cosas: desarrollarme en mi profesión, viajar, disfrutar de la vida de pareja, desvelarme, escuchar la música fuerte, dormir mucho y levantarme hasta tarde, comer lo que sea y disfrutar de algunos otros placeres mundanos. Pensaba que extrañaría mucho todo eso, que sería muy difícil dejarlo, cambiar… No creí que me llegaría el momento de querer tener un hijo y no fue al mismo tiempo que a Israel. Él inicialmente no quería tener hijos pero cedió a la idea y ahora, al platicarlo, ya no se imagina la vida sin Octavio. Yo tampoco…

En 2008 tuvimos un primer intento. Un embarazo que duró muy poquito y con él se nos fue una primera ilusión. Me dolió muchísimo física y emocionalmente perderlo y me sigue dando tristeza cuando lo recuerdo. Con la edad el grado de infertilidad va avanzando. Cuesta más trabajo pero, después de preparar mi cuerpo con la guía de mi ginecóloga, logré embarazarme y tuve a mi hijo todavía en los 35. Ese fue mi momento.

Ni hablar de un hermanito para él. A esto sí que no va a ceder. Ni la economía ni nuestra edad son un buen sustento. Yo padecí la enfermedad hipertensiva al final del embarazo, lo que obligó a que me las viera muy difíciles y que Octavio naciera antes de tiempo. Se supone que con la edad se incrementan los riesgos. A eso y a la depresión posparto es a lo que le teme Israel. No le gustaría, ni a mí, volver a estar en riesgo de algo malo por querer tener otro hijo. Pero creo que sí me gustaría que Octavio tuviera una compañía, un apoyo, alguien con quien compartir su vida, cuando nosotros, sus papás viejitos ya no tengamos energía o nos vayamos de este mundo. Sólo por eso me arrepiento de haber empezado la maternidad “grande”. Claro que la ventaja es que Octavio tendrá todas las oportunidades, las mejores, que podamos darle con toda la intensidad, para construirle un presente y un futuro feliz, siendo nuestro hijo único.

Soy parte de una generación que pospone la maternidad lo más posible. Muchos de mis amigos todavía no son papás y ni quieren serlo. Las primas que tengo de la misma generación que yo andan por las mismas. Apenas una de ellas está embarazada a sus 33 y la otra, lo empezó a pensar a sus 34. A mi hermano de 39 ya se le está antojando. Y así muchos conocidos viven felices sin hijos en su década de los treintas. Pero bueno, les llegará su momento. Yo a ellos sólo puedo decirles que es una experiencia única, incomprensible hasta que la vive uno y que para mí, hasta ahorita nada me ha parecido un gran sacrificio. Las cosas que hacía antes y que ahora dejé de hacer, no me duelen ni las extraño tanto como pensé que sería.

También ahora por fin entendí a mis amigas que ya eran mamás y que no podían seguir el mismo ritmo, cuando queríamos salir de noche por ahí a tomar una cerveza. Con pena confieso que llegué a pensar en que tomaban a sus hijos como su mejor pretexto para no salir. Ahora sé que de verdad no tenían con quién dejarlos o si estaban enfermos ni modo de dejarlos por irse a echar una chela… en fin… que antes que nada están los hijos. Sin embargo, tampoco creo que al convertirse en padres, uno se diluya al grado de que deje de ser uno para vivir la vida de sus hijos. No. Creo que debe de haber un equilibrio. Hay que respetar la individualidad del hijo y la de los padres. Nosotros los traemos al mundo para darles lo mejor, pero no hay que dejarse de lado. Insisto debe existir un equilibrio: ser papas, ser profesionistas, ser pareja… se puede ser todo.

Por eso creo que al tener un hijo se tiene que estar 100% convencido de querer tenerlo, porque así, si las cosas cambian y no vuelven a ser como antes, pero nada, nada se siente como un gran sacrificio. Así me siento yo. No me duele cambiar nada, no añoro el pasado, y quiero vivir cada día sabiéndome mamá de Octavio, como una mujer nueva y diferente, que tal vez no puedo seguir haciendo las mismas cosas que antes y no me importa ser cursi, pero soy muy feliz así, cuando escucho a reír a carcajadas a Octavio reafirmo que todo vale inmensamente la pena.

Y quién diría que pasados los años nos volveríamos padres. En semana santa recibimos la visita de mis amigos los Vishos y de Janet, con sus niñas bonitas, Azul y Regina. Cuando nos conocimos hace tiempo ni siquiera nos imaginamos que un día nos reuniríamos con nuestros críos. Es muy bonita esta etapa, la de vernos ahora siendo papás.

En fin, hoy a mis 36, soy la mamá, seguramente de un hijo único, que me hace inmensamente feliz y a quien quiero darle todo lo que esté en mis posibilidades para que él también lo sea, todos los años que me toque vivir…

7 comentarios:

  1. Yarim q hermosa foto,yo creo q para ser mamà no hay edad,de verdad se de mujeres q decidieron ser madres a los 40 y otras a los cuarenta y tantos y son hoy por hoy exelentes madres.

    El tema de la salud si es delicado,yo a los 25 queria tener un hijo y a principios de ese año de dijeron de devido a algunos cambios hormonales no podria,tenia q iniciar el tratamiento q aparte bajaria mi fertilidad un 60%,yo lo afronte,empese mi tratamiento y 2 meses despues ya estaba yo embarazada o_O (deje los anticonceptivos por q m confie)

    Si mi primer embarazo fue duro,a los 7 meses detectaron una malformaciòn en el cordon umbilical,estudios cada semana para checar latido del corazon y estado del bb y todo termino en cesarea para no arriesgarlo.

    Despues de eso el miedo se apodero de mi,entre la mini depresiòn posparto y mi inexperiencia termine mi lactancia muy pronto,lo q me hacia sentirme mas mal,pasadon los meses empese a informarme,descubri en internet un foro hermoso donde e aprendido mucho,la informaciòn sin lugar a dudas es poder,me embarase de nuevo con miedos,terrores y temores q fui sacando poco a poco me convenci a mi misma q estaba sana,mi bb tambien q tenia un embarazo sano y asi fue,tuve mi parto natural,si despues de una cesarea y aunq muchos doctores me dijeron q era imposible,mi bb nacio muy bien,yo tambien estaba bien,ni la presiòn me subio ni nada,5 horas despues de parir ya estaba yo bañada y en el cunero amamantando a Mateo.

    Hoy en mi tercer embarazo me e enterado de muchas perdidas de bbs,de embarazos de alto riesgo,de enfermedades congenitas q me dejan sin habla,hoy me realizo un ultrasonido,seguramente ya podre saber el sexo del bb mas no podemos decir nada (hicimos una quiniela)pero yo quiero asegurarme q todo esta bien,los miedos no se van,estan aqui cerquita de mi,solo no dejo q entren a mi cabeza.

    Tal vez ahorita digas No asi rotundo,pero en unos 2 años o menos ya platicaremos =) la experiencia de ser madre es tan hermosa q es muy dificil de decirle no y la vida llega justo en el momento indicado =)

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  2. Ffffffffff...
    Me ha dejado que pensar.
    Yo también quiero tener un hijo a eso de los 30 y algo, pero no quiero que sea único hijo, así que siempre he pensado en la posibilidad de adoptar...pero ya veremos.
    Q lindo es conocerte más y q puedas compartir estas intimidades con muchos, para que, como yo, encuentren q la cosa no va como dicen, sino como cada quien quiere.
    Un abrazo.

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  3. No es fácil escribir y pensar y hacer todo lo que ustedes han hecho. Yo aún no me atrevo a ponerle punto final al asunto, porque tengo hermanos y pienso que es bueno tenerlos... a fin de cuentas, son una compañía de la vida. Pero también hay hermanos del alma, como seguramente lo serán para Octavio sus amigos. Tuve a Irene a la misma edad tuya, pero sin complicaciones. Sé que si decido tener más hijos, debemos hacerlo pronto, porque, sí, no es lo mismo. Pero como tú, tampoco me arrepiento de haberlo hecho ahora. Cada cosa tiene su tiempo y su espacio. Y la vida sabrá como hace sus cosas. Irene llegó un poco así, porque sí... me encantaría que el resto pasará también de ese modo, decidiendo nosotros un poco y dejando también a la vida decidir.
    Octavio tiene unos padres maravillosos. Y eso, aparte de hermanos, es lo que más cuenta en la vida. Así que felicitaciones. Y muuuucha felicidad con ese chiquitín.
    :)

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  4. Bueno, yo a mis casi 37 soy mamá de un nene de dos años y medio, otro de 10 y una mujercita de 12. No podria plantearme mi vida sin ellos. Pero entiend que cada persona, cada familia tiene sus propios ritmos, gustos, etapas y vivencias. Mi marido es hijo unico y aunque compartia mucho con unos primos muy cercanos, siempre lamentó no tener un hermano. Yo vengo de familia numerosa y siempre disfruté muchisimo de pertenecer a ella.

    Una cosa si tengo claro y estoy de acuerdo contigo, hay que estar al 100% pero no es que dejes de vivir para ti, para vivir para tus hijos. Yo creo que he tenido la gran suerte de poder vivir lo que quiero vivir y como deseo vivirlo. No me entrego a ellos como obligación, disfrumamos juntos de nuestro dia a dia.


    Felicisima maternidad para tod@s.

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  5. Hola:) esa foto es con tu camara?? porq salimos igualitos en todas :) jejejeje esperamos tu mensaje pa vernos de nuevo besitos al bebé.

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  6. Hermanita...

    Opiniones van, opiniones vienen, a favor o no... cada quien evalúa su entorno, sus posibilidades, sus deseos...

    No soy yo el mejor ejemplo, pues bien sabes que Oriana y Nadia se llevan casi 5 años y ha habido momentos en que son mulas each other...pero ¿para que son l@s herma@s?...Creo que mi querido Octi sería aún más feliz con un o una hermanit@...Lo dice el dicho "donde come uno, comen dos"...yo creo que si se puede...

    Ustedes lo han dicho, la vida sin los hijos es inimaginable...y ahora es claro que entiendes por qué tantas negativas a ir a tal o cual lugar o a hacer tal o cual cosa jajaja ¿recuérdas qué nos decías cuando Ori era bb?...

    Pero en realidad, aunque la edad avance, siempre hay más alla, más experiencia en otras personas... Te cuento -entre nos- que hace poco fuimos a hacer una consulta como papás de una adolescente al Dr Clavijo (no comments plis...yo te contaré en el momento oportuno)...y no pude contener las de San Pedro...¡las hijas van creciendo y es duro! ¡justo cuando me estaba sintiendo el sabelotodo! Me dio un poco de vergüenza, pero ilustra muy bien lo que quiero decirte...que nunca dejas de crecer en la mater-paternidad, que cada día trae cambios, que como dice Pink Floyd "you'll always be a baby to me"...y eso es algo quu llega, también, en su tiempo...

    ¡Disfruta -disfruten- mucho al querido Octavio!

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  7. Gracias a tod@s por sus comentarios. Me encanta leerlos. Ya veremos qué pasa, si es que algún día hubiera la sorpresa del hermanito ;D

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