Y de mi época de trabajo en oficina, sobre todo lo que extraño es tener un sueldo seguro, que sustente mis necesidades, las de mi hijo y sobre todo, con el que pueda compartir los gastos de la casa. Veo a Israel casi colapsado porque la situación económica parece ahorcarnos a veces.
Ha sido un año muy duro.
Por otro lado, me siento totalmente satisfecha por estar invirtiendo todo mi tiempo en la crianza de mi chiquitín. Su primer año realmente se nos ha ido rapidísimo y francamente no quisera separarme de él para irme a buscar de nuevo un trabajo de 8 horas de oficina y tener que dejarlo esas horas con alguien que lo cuide o en una guardería. Quiero verlo crecer sus primero años conmigo, con nosotros, disfrutarlo al máximo. Son años importantísimos e irrepetibles, y quiero estar ahí, no quiero perdérmelos y después darme cuenta de que, en un abrir y cerrar de ojos, mi chiquito ya creció, ya se va a la universidad y que de pronto ya haya volado del nido.
Por eso, estos consejos de Mamá Trabaja en Casa sobre el intercambio de bienes por servicios por me parece que pueden ser una buena opción. Yo lo he hecho. Y me ha gustado la experiencia porque haciendo lo que sé hacer puedo obtener algo que quiero y que en este momento no puedo comprar.
La primera vez que lo hice fue cuando intercambié el diseño de las tarjetas de presentación y volantes de la hermana de mi amiga Paulina, para promocionar su consultorio dental.
Y ella me dió como pago, la cunita que fue de su hijo y que Octavio utilizó sus primeros meses, antes de que nos hicieramos adictos al colecho.
La segunda vez que intercambié mi trabajo fue con Elena, a quien le diseñé unas etiquetas para marcar los útiles y la ropa de su hijo para el kinder.
Las cambié por hojas de papel arroz para los pañales de tela que ella tenía de sobra.
Lo malo es que han habido problemas con el envío y no me han llegado, ya no se si se perdieron en el camino o qué pasaría. Pero bueno, sigo esperando que ese intercambio se haga efectivo, porque además, ya se nos están terminando las hojas y pronto nos harán falta.
El último intercambio, que me tiene muy emocionada, lo hice con Mamá Gallina. A ella le hice el diseño del logotipo para su tienda en línea que estará orientada a la venta de cosas para los niños y sus mamás, para el hogar y la familia en general. Se llama NuNa, que en maya significa "alma". Estoy contenta de que le gustaron las propuestas, aunque les seguimos haciendo algunos ajustes al diseño. Quizá trabajemos juntas también para el diseño de su página web.
Con Mamá Gallina intercambié el diseño de NuNa por unas cubiertas y broches para pañal de tela, lo que me tiene realmente contenta. Espero el envío con mucha emoción.
Mientras las cosas con mi economía mejoran, creo que el trueque es una buena manera de trabajar, solidarizarse con otras mamás que necesitan resolver algunas cosas de diseño y obtener a cambio, en este caso, productos que me hacen falta para Octavio, aunque estoy abierta a las propuestas de pago en especie que me hagan, quizá algo para mí. Siempre es emocionante hacer intercambios. Aquí se encuentran algunos trabajos míos, para quien quiera conocer algo más de lo que hago.
Así que soy toda oidos para quien le interese hacer trueque de diseños, que es lo que mejor sé hacer.