lunes, 31 de agosto de 2009
domingo, 30 de agosto de 2009
Infancia es destino
Si hay una frase que me ha dicho mucha gente cuando sabe que estoy embarazada es "aprovecha ahorita que puedes, duerme, relajate, disfruta, que ya después ya no vas a poder"
... algo así como que nunca más nada será igual... hasta veo una sonrisa burloncilla de la voz de la experiencia aleccionando a la pobre ilusa que no sabe la que le espera... :S
Sé que nadie me dice eso en mal plan, pero a mí me suena como si lo que viene fuera una especie de castigo.... ya que "nunca más volveré a dormir bien, dejaré mis prioridades en segundo plano, que mi trabajo, mis actividades, mis gustos, que todo girará en torno al hijo.... en una palabra, que dejaré de vivir mi vida para vivir la de mi hijo"... Y no... no quiero eso...
Seguramente todo es cierto, mi vida no será la misma, pero tampoco quiero dejar de ser yo. Pienso que tener un hijo debe traer también, además de todo eso que me dice la gente, algunas recompensas que hagan que todo valga la pena. Nuestra vida cambiará pero no veo porqué tengamos que dejar de ser nosotros mismos.
Generalmente yo trato de ser más optimista que Israel. Él a veces me dice, jugueteando pero con un temor real, que pronto, muy pronto dejaremos de ser una pareja que nada más se preocupa por dormir, ir al cine y comer frituras.... porque vamos a ser papás. Algunos días, cuando me pongo a pensar en todas las dificultades que le tocará vivir a mi hijo y a todos los montones de niños que nacen todo el tiempo, pienso que estamos poblando el mundo, sólo por un afán primario, inconsciente, de trascendencia, de satisfacer el ego. Ellos realmente no piden venir al mundo y de que les tocará vivir en uno cada vez más dañado es algo real. Ver las noticias, que se engolosinan con las notas malas, solamente causa angustia, porque piensas a qué mundo traes a un hijo...
Por eso es emocionante ver despegar un transbordador rumbo al espacio con un ingeniero mexicano en el mando. Porque seguramente pese a las dificultades de su propia historia está cumpliendo su deseo, profesional e intelectual, de llegar a lo más alto y trascendental, para él, para la ciencia...
Esas noticias sí son esperanzadoras... Seguramente con todo y los problemas que tendrán que afrontar, las generaciones futuras también tendrán muchas oportunidades de desarrollarse y ver cosas increíbles que ni siquiera nos imaginamos ahora.
He pasado semanas muy pesadas, con mucho desgaste físico por cosas que resolver del trabajo de ambos. He estado muy cansada por tanta desvelada, desmañanada, esfuerzos físicos y demás actividades que no podemos evadir. Creo que las cosas de trabajo no las puedo dejar de lado y además, todo es con un afán también de tener mejores condiciones económicas para los tres. Apenas este fin de semana he podido descansar más. Me han sabido muy ricos todos los ratos de sueño y me reaniman mucho. También volví a mi clase de ejercicios y eso me hace sentir físicamente mejor. Mi panza crece cada vez más y creo que ahora es cuando más tengo que estar atenta y cuidadosa con mi cuerpo y por supuesto con el desarrollo de mi cría.
Así que no hay más que "apechugar", literalmente, para crearle el mejor entorno posible, darle las armas para que pueda afrontar bien la vida que le toque. Si infancia es destino, quiero que sea un niño feliz y satisfecho... para que después sepa volar y dirigir su propio rumbo...
... algo así como que nunca más nada será igual... hasta veo una sonrisa burloncilla de la voz de la experiencia aleccionando a la pobre ilusa que no sabe la que le espera... :S
Sé que nadie me dice eso en mal plan, pero a mí me suena como si lo que viene fuera una especie de castigo.... ya que "nunca más volveré a dormir bien, dejaré mis prioridades en segundo plano, que mi trabajo, mis actividades, mis gustos, que todo girará en torno al hijo.... en una palabra, que dejaré de vivir mi vida para vivir la de mi hijo"... Y no... no quiero eso...
Seguramente todo es cierto, mi vida no será la misma, pero tampoco quiero dejar de ser yo. Pienso que tener un hijo debe traer también, además de todo eso que me dice la gente, algunas recompensas que hagan que todo valga la pena. Nuestra vida cambiará pero no veo porqué tengamos que dejar de ser nosotros mismos.
Generalmente yo trato de ser más optimista que Israel. Él a veces me dice, jugueteando pero con un temor real, que pronto, muy pronto dejaremos de ser una pareja que nada más se preocupa por dormir, ir al cine y comer frituras.... porque vamos a ser papás. Algunos días, cuando me pongo a pensar en todas las dificultades que le tocará vivir a mi hijo y a todos los montones de niños que nacen todo el tiempo, pienso que estamos poblando el mundo, sólo por un afán primario, inconsciente, de trascendencia, de satisfacer el ego. Ellos realmente no piden venir al mundo y de que les tocará vivir en uno cada vez más dañado es algo real. Ver las noticias, que se engolosinan con las notas malas, solamente causa angustia, porque piensas a qué mundo traes a un hijo...
Por eso es emocionante ver despegar un transbordador rumbo al espacio con un ingeniero mexicano en el mando. Porque seguramente pese a las dificultades de su propia historia está cumpliendo su deseo, profesional e intelectual, de llegar a lo más alto y trascendental, para él, para la ciencia...
Esas noticias sí son esperanzadoras... Seguramente con todo y los problemas que tendrán que afrontar, las generaciones futuras también tendrán muchas oportunidades de desarrollarse y ver cosas increíbles que ni siquiera nos imaginamos ahora.
He pasado semanas muy pesadas, con mucho desgaste físico por cosas que resolver del trabajo de ambos. He estado muy cansada por tanta desvelada, desmañanada, esfuerzos físicos y demás actividades que no podemos evadir. Creo que las cosas de trabajo no las puedo dejar de lado y además, todo es con un afán también de tener mejores condiciones económicas para los tres. Apenas este fin de semana he podido descansar más. Me han sabido muy ricos todos los ratos de sueño y me reaniman mucho. También volví a mi clase de ejercicios y eso me hace sentir físicamente mejor. Mi panza crece cada vez más y creo que ahora es cuando más tengo que estar atenta y cuidadosa con mi cuerpo y por supuesto con el desarrollo de mi cría.
Así que no hay más que "apechugar", literalmente, para crearle el mejor entorno posible, darle las armas para que pueda afrontar bien la vida que le toque. Si infancia es destino, quiero que sea un niño feliz y satisfecho... para que después sepa volar y dirigir su propio rumbo...
jueves, 27 de agosto de 2009
domingo, 16 de agosto de 2009
Cachorro de hombre
-Alguien sube por la colina -observó mamá Loba enderezando una oreja. Prepárate.
Crujieron levemente las hierbas en la espesura; papá Lobo se agachó, pronto a dar el salto, con los cuartos traseros junto a la tierra. De haber estado allí en acecho, hubieran podido ver ustedes la cosa más maravillosa del mundo: en el preciso momento de estar saltando, se detuvo el lobo. Brincó antes de haber visto contra qué se lanzaba, y, repentinamente, trató de detenerse. El resultado fue que salió disparado hacia arriba, verticalmente, hasta un metro o metro y medio de altura, y luego cayó de nuevo en el mismo lugar...
-¡Un hombre! -exclamó disgustado. Un cachorro humano. ¡Mira!
Frente a él, apoyado en una rama baja, se erguía, enteramente desnudo, un niño moreno que apenas sabía andar: una cosa, la más simpática y pequeña, la más fina y gordinflona que jamás se había presentado de noche ante la caverna de un lobo. Miró a éste cara a cara y se rió.
-¡Un hombre! -exclamó disgustado. Un cachorro humano. ¡Mira!
Frente a él, apoyado en una rama baja, se erguía, enteramente desnudo, un niño moreno que apenas sabía andar: una cosa, la más simpática y pequeña, la más fina y gordinflona que jamás se había presentado de noche ante la caverna de un lobo. Miró a éste cara a cara y se rió.
-¿Es eso un cachorro de hombre? -dijo mamá Loba-. Nunca vi ninguno. Tráelo.
Un lobo, si es preciso, puede llevar un huevo en el hocico sin romperlo, pues está acostumbrado a mover de un lado al otro a sus propios pequeñuelos; de esta manera, aunque se juntaron las quijadas de papá Lobo sobre la espalda del niño, ni un solo diente le arañó la piel, la que apareció intacta al colocarlo aquel entre los lobatos.
-¡Qué pequeño! ¡Qué desnudo! Y... ¡qué atrevido! -dijo dulcemente mamá Loba. El niño se abría paso entre los cachorros para arrimarse al calor de la piel-. ¡Vaya! Ahora come con los demás. De manera que éste es un cachorro de hombre, ¿eh? ¡A ver si hubo nunca un lobo que pudiera jactarse de contar con uno que estuviera entre sus hijos!...
De El libro de la Selva
Rudyard Kipling
Un lobo, si es preciso, puede llevar un huevo en el hocico sin romperlo, pues está acostumbrado a mover de un lado al otro a sus propios pequeñuelos; de esta manera, aunque se juntaron las quijadas de papá Lobo sobre la espalda del niño, ni un solo diente le arañó la piel, la que apareció intacta al colocarlo aquel entre los lobatos.
-¡Qué pequeño! ¡Qué desnudo! Y... ¡qué atrevido! -dijo dulcemente mamá Loba. El niño se abría paso entre los cachorros para arrimarse al calor de la piel-. ¡Vaya! Ahora come con los demás. De manera que éste es un cachorro de hombre, ¿eh? ¡A ver si hubo nunca un lobo que pudiera jactarse de contar con uno que estuviera entre sus hijos!...
De El libro de la Selva
Rudyard Kipling
Hace unas semanas nos dieron, en pago por los servicios de semental del Chipo a un cachorrito. Un hermoso y simpatiquísmo bebé pug de dos meses. Fuimos a recogerlo, ya era el último perrito macho que quedaba y nos lo llevamos, pues ese era el trato. Le fuimos a comprar comida y planeamos llegar a bañarlo y en buscar una camita confortable para que se durmiera. Yo me lo llevaría a mi casa, con el afán de convencer al maestro Barrón de que se nos quedase para que fuera el compañerito de crianza de nuestro propio cachorro. Así que después de que llegué a la casa de mi mamá con él y después de presentarlo con el Chipo y Camilo, nos dispusimos a prepararle el baño. Yo lo tenía en las piernas y junto a su papá y hermano mayor, estábamos sentados los 4, mejor dicho los 5, en el sillón de la sala, cuando sonó el teléfono...
Era el "ex dueño", que lo quería de regreso. Dijo que hubo un error, que ya lo tenía comprometido, que nos lo cambiaba por otro, pero que se lo devolviéramos... Después de un intercambio comercial devolvimos al perrito, pero me dejó muy triste porque de volada yo ya me había encariñado con él, y aunque en realidad, hubiera sido muy dificil convencer a Israel de quedárnoslo, porque no tenemos espacio en casa y por todos los gastos que implican tener una mascota, al final, de todos modos lo hubiéramos tenido que vender y talvés, esa despedida hubiera sido aún más dolorosa...
Me fui de la casa de mi mamá con el corazón partido, aguantándome las ganas de chillar. Chillé hasta que ví a Israel y le conté lo que pasó. Es que es imposible no enamorarse de estos cachorros de lobo, modificados y domesticados, que son compañeros incondicionales de nuestras vidas. Cada vez que veo al Chipo me derrite su cara y su mirada inteligente. Y cuando lo invito a acostarse en mi cama, parece saber que algo está pasando en mi interior, porque es delicado y cuida no aplastarme mi panza. Leí por ahí que los perros saben, intuyen cuando las mujeres tienen a sus propias crias en la panza. No sé si sea cierto, pero de que existe una gran relación entre nosotros y ellos es real.
Me acuerdo mucho de cómo se sentía la panza de la Pupet, cuando estaba embarazada. Se veía cómo se movían todos sus perritos desde adentro, empujándose, tratando de ganar su espacio vital en su panza estirada, negra y brillosa. Yo ahora ya siento toda la actividad de nuestro bebé moviéndose y respondiendo a los estímulos del exterior. Ayer por la mañana dió un tremendo empujón, que se vió cómo mi panza brincó bien alto. Nos quedamos sorprendidos.
Es una maravilla esta... la de ser la primera casa de un cachorro de hombre...
martes, 11 de agosto de 2009
Del amor en los tiempos del blog...
En unos minutos entro en mi semana 26, los plenos 6 meses, el tercer y último trimestre del embarazo... por eso es que hoy le abrí este blog a mi familia, para que sean partícipes de las memorias de este embarazo, que en sí son la misma historia contada mil veces, la de todas la mujeres que han poblado este mundo, sólo que ésta es la mía... única, singular e irrepetible...
Como buenos humanos, fascinados por encontrar símbolos, la llegada de nuestra cría será, si todo sale bien, el 18 de noviembre de 2009 y el maestro Barrón y yo, nos hicimos novios el 14 de noviembre de 1994, así que llegará justo quince años después, lo cual nos lo hace aún más simbólico. Como un hito en nuestro camino, será el inicio de otra parte de esta historia nuestra, la que emprendimos juntos hace mucho tiempo y que ahora trasciende a ese lado desconocido y emocionante, que será la de nosotros como papás. Nos llega en el momento justo, ahora somos más maduros, más seguros y determinados, como individuos respetamos y tratamos de entender nuestras diferencias y valoramos mucho más las coincidencias que nos hacen querer seguir juntos y lo que es más, querer vivir esta experiencia ahora, a nuestros 35 años, cuando decidimos dar ese gran paso que es el de traer a un niño al mundo...
Así que en este mundo futuro que nos alcanzó, el del amor en los tiempos del blog, los invito a que lean aquí lo que vivo, lo que siento y que a veces es más facil de expresar escrito que en persona, porque pocas veces tenemos tiempo, andamos cada quien en nuestros asuntos, saludándonos rápidamente casi por cortesía, donde el ritmo de la vida actual a veces nos aleja, pero en el que por lo menos existe la tecnología que nos acerca... aprovechándola los saludo y les abro mi corazón que late doble...
Como buenos humanos, fascinados por encontrar símbolos, la llegada de nuestra cría será, si todo sale bien, el 18 de noviembre de 2009 y el maestro Barrón y yo, nos hicimos novios el 14 de noviembre de 1994, así que llegará justo quince años después, lo cual nos lo hace aún más simbólico. Como un hito en nuestro camino, será el inicio de otra parte de esta historia nuestra, la que emprendimos juntos hace mucho tiempo y que ahora trasciende a ese lado desconocido y emocionante, que será la de nosotros como papás. Nos llega en el momento justo, ahora somos más maduros, más seguros y determinados, como individuos respetamos y tratamos de entender nuestras diferencias y valoramos mucho más las coincidencias que nos hacen querer seguir juntos y lo que es más, querer vivir esta experiencia ahora, a nuestros 35 años, cuando decidimos dar ese gran paso que es el de traer a un niño al mundo...
Así que en este mundo futuro que nos alcanzó, el del amor en los tiempos del blog, los invito a que lean aquí lo que vivo, lo que siento y que a veces es más facil de expresar escrito que en persona, porque pocas veces tenemos tiempo, andamos cada quien en nuestros asuntos, saludándonos rápidamente casi por cortesía, donde el ritmo de la vida actual a veces nos aleja, pero en el que por lo menos existe la tecnología que nos acerca... aprovechándola los saludo y les abro mi corazón que late doble...
lunes, 10 de agosto de 2009
Una prueba de esfuerzo...
Del 16 de julio al 11 de agosto: El embarazo es una prueba de esfuerzo, me dijo mi doctora cuando la ví en mi consulta pasada, que era en medio de estas frenéticas semanas de mucho estres por tanto trabajo. Parece que se cumple el dicho de que los bebés vienen con "la torta bajo el brazo" porque desde que estoy esperando a mi cría, no he parado de trabajar. Me llegan las ofertas de trabajo y nuevos proyectos, a los que no puedo decir que no, porque aunque a veces me sienta muy cansada, es lo mejor, aprovecharlas y ganar un poco de lana, que buena falta nos hace siempre...
La cosa es que estas semanas he estado tan agotada y con tanta chamba, que me he tenido que desvelar y pasar mucho tiempo sentada frente a la computadora me han molido la espalda y la cadera. Ya cuando me acuesto parezco robot... bien tiesa y adolorida... Algunos días he sentido hasta taquicardia, algo que ya me pasó hace tiempo, que estuve también pasando un periodo de mucho estres. Por eso mi doctora me recomendó que viera al cardiólogo, para corroborar que todo vaya bien con mi corazón, ya que el embarazo, dice y vaya que lo creo, es toda una prueba de esfuerzo. Como sea, estoy tomando una clase de ejercicios para embarazadas que me ha caído muy bien. También quiero ir a la de yoga, para ayudarme a estar más relajada. Le he tratado de bajar el ritmo, para que los últimos tres meses pueda pasarmela más tranquila disfrutando del embarazo.
Ahora ya siento claramente cómo se mueve, sobre todo por las noches. Israel dice que la cría se da de topes en vez de dar patadas. Mi panza ya ha crecido más... ora sí de bien embarazada!!! ;D aunque en las clases he visto a otras mujeres con más panza y menos tiempo de gestación.
En general todo va muy bien, sólo por el cansancio y el hambre atroz que mis hormonas me exigen, pero me siento bien, emocionada e incrédula porque se me está llendo muy rápido este viaje... vamos más allá de la mitad...
Ayer, por primera vez, me desperté pensando en el momento del parto y me levanté con unas ganas de sacar todas las cosas del cuarto que ahora es mi estudio, para hacerle espacio a la cría. Quiero conseguir una cuna y una cómoda con 6 cajones, para que quepa bien su ropita y nuestros chones :D... Necesitamos mandar a hacer otro librero, llevarme cosas a mi recámara de la casa de mi mamá, etc... que creo que me está pasando lo que vi en un documental que hacen las mamás de otras especies y supongo que también las humanas, de hacerles un nido confortable a las crías para cuando ya estén aquí... No había tenido esa sensación hasta apenas estos días y es lógico... porque ya se está acercando el momento en que tendremos aquí al pequeño Barrón original ;D
La cosa es que estas semanas he estado tan agotada y con tanta chamba, que me he tenido que desvelar y pasar mucho tiempo sentada frente a la computadora me han molido la espalda y la cadera. Ya cuando me acuesto parezco robot... bien tiesa y adolorida... Algunos días he sentido hasta taquicardia, algo que ya me pasó hace tiempo, que estuve también pasando un periodo de mucho estres. Por eso mi doctora me recomendó que viera al cardiólogo, para corroborar que todo vaya bien con mi corazón, ya que el embarazo, dice y vaya que lo creo, es toda una prueba de esfuerzo. Como sea, estoy tomando una clase de ejercicios para embarazadas que me ha caído muy bien. También quiero ir a la de yoga, para ayudarme a estar más relajada. Le he tratado de bajar el ritmo, para que los últimos tres meses pueda pasarmela más tranquila disfrutando del embarazo.
Ahora ya siento claramente cómo se mueve, sobre todo por las noches. Israel dice que la cría se da de topes en vez de dar patadas. Mi panza ya ha crecido más... ora sí de bien embarazada!!! ;D aunque en las clases he visto a otras mujeres con más panza y menos tiempo de gestación.
En general todo va muy bien, sólo por el cansancio y el hambre atroz que mis hormonas me exigen, pero me siento bien, emocionada e incrédula porque se me está llendo muy rápido este viaje... vamos más allá de la mitad...
Ayer, por primera vez, me desperté pensando en el momento del parto y me levanté con unas ganas de sacar todas las cosas del cuarto que ahora es mi estudio, para hacerle espacio a la cría. Quiero conseguir una cuna y una cómoda con 6 cajones, para que quepa bien su ropita y nuestros chones :D... Necesitamos mandar a hacer otro librero, llevarme cosas a mi recámara de la casa de mi mamá, etc... que creo que me está pasando lo que vi en un documental que hacen las mamás de otras especies y supongo que también las humanas, de hacerles un nido confortable a las crías para cuando ya estén aquí... No había tenido esa sensación hasta apenas estos días y es lógico... porque ya se está acercando el momento en que tendremos aquí al pequeño Barrón original ;D
sábado, 1 de agosto de 2009
Le premier cri
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