domingo, 13 de marzo de 2011
Nada que celebrar
Mi amigo Ramón, que no tiene pelos en la lengua, escribió lo siguiente en su muro de facebook el pasado 8 de marzo que se conmemoró el Día Internacional de la Mujer: Lo único que puedo pedir a las mujeres en este día: No se dejen mangonear por esa bola de cabrones, ya sean sus novios, maridos o pretendejos que no son capaces de respetarlas y reconocer sus cualidades y pasar por alto sus defectos. De ustedes depende que el abuso y el maltrato de los culeros hombres hacia ustedes se acabe. ¡Ya basta de tanto hijo de la chingada que las agrede, humilla y menosprecia!
Y así es, justo como Ramón lo dice, con su muy florido lenguaje, no hay más.
Resulta que la noche del viernes, mis vecinos de abajo, recién casados y jóvenes, nos desvelaron con una pelea campal con gritos, llantos, golpes, objetos lanzados, etc., donde sin duda, la mujer llevaba la desventaja, para empezar física, porque el marido es mucho más fuerte, además de que estaba alcoholizado. Las casas están tan pegadas una con la otra, que es imposible no escuchar este tipo de episodios. La cosa fue subiendo de tono, así que también nosotros sentimos el deber de intervenir, no directamente, pero sí avisando a la policia.
La policía tardó unos 40 minutos en llegar, por suerte no la mató en ese lapso de tiempo. Hablaron con ellos. Todos muy civilizados y tranquilos. Se justificaron por el escándalo. La policía se retiró sin llevarse a nadie. Y ya, todo paró. Por fin nos dejaron dormir. Por suerte que Octavio no se enteró de nada.
A la mañana siguiente, los ví salir, tan tranquilos, cada uno por su lado, quizá a sus trabajos. Ella muy arregladita, maquillada, vestida a la moda y con sus lentecitos oscuros y un jugo de naranja en una mano y su bolso de marca en la otra. Como si todo lo que pasó la noche anterior nunca hubiera sucedido!!! Me impresionó verla tan como si nada. Me dió coraje, más que con ese abusivo hombre, con élla, porque esto se seguirá repitiendo mientras ella no ponga un alto y al contrario, su actitud siga siendo de aceptación de esa realidad y así son las cosas, acostumbrada a esas situaciones, como algo normal.
Y son recién casados!!!... Espero que no tengamos más noches de desvelo como esas.
A mí me causa cierta molestia las felicitaciones en el Día de la Mujer, me parece que se ha perdido el sentido de esa conmemoración y si queremos equidad, celebrar un día especial, por ser mujer, marca más las diferencias entre géneros. Lo que sí pienso y coincido totalmente con Ramón, es que las mujeres tenemos, todos los días, ese poder en nuestras manos para no permitir que estas cosas sigan pasando y para enseñarle a nuestros niños varones a romper con el machismo.
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Qué triste historia (y no hablo sólo de la de tus vecinos). Es cierto que socialmente legamos las más dolorosas costumbres a nuestros hijos y que permitimos -porque nos parece socialmente válido- que se nos agreda, se nos desconozca, se nos materialice y un largo etcétera. Parece normal que un hombre beba hasta emborracharse porque eso lo hace más "macho" (y aclaro que es algo que no pienso ni comparto, pero que es socialmente aceptado). Los hombres también llevan una parte terrible que es el dolor, la violencia y la frustración que deben significar todas esas cargas. Sería mejor que no celebráramos ningún día de género y que simplemente nos dedicáramos a cuestionarnos, sensibilizarnos y actuar en consecuencia.
ResponderEliminarEn fin.
Deberíamos vivir realmente en una sociedad de derecho.
Un abrazo,
A.