Vaya días de ser mano izquierda, de correr a urgencias en la madrugada, de visitar distintos consultorios, de estacionarme en el centro, de mucho calor, de bebé de ultra alta demanda, de compañero lejano, de dolor de panza, de desvelos, de diseños nocturnos, de náuseas…
Pero luego llegó mi relevo y pude dejar encargada a mi mamá, y después de una infección estomacal, de regresar a mi casa abandonada una semana, de hacer mil maletas y de cuatro horas de carretera con mucho diálogo de por medio, para limar asperezas, para tratar de entendernos de nuevo, llegamos los tres a la casa de los abuelos paternos que ya nos esperaban, sobre todo a Octavio, con mucho gusto.
Así que por fin hemos podido tener unos días de respiro, aunque sigue habiendo mucho trabajo, pero compartir la alta demanda de Octavio con sus abuelos me aligera un poco. Israel tiene mil ilustraciones por hacer y mucho estrés difícil de manejar, sin embargo, cambiar de aires, aunque sea unos días, ha sido muy bueno para los tres.
La nota mala es que quizá por tanto calor ha hecho que nos enfermemos. Primero Octavio, que tuvo fiebre estos días de 39º por una infección en la garganta, ha andado inapetente, con ojitos tristes, llorón, pero igualmente, cuando se siente bien, ha disfrutado mucho del amor de sus abuelitos y de su tía. Yo no he terminado de sentirme bien del todo por la infección estomacal y ahora, estamos también con dolor de garganta y articulaciones. Pero siempre nos sentimos muy apapachados en la casa de los abuelos de Pachuca. Siempre que venimos, los problemas parecen aligerarse y logramos cargar de nuevo las baterías.
Todavía estaremos un par de días, alejados de lo cotidiano, para luego regresar a nuestra casa y afrontar todos los altibajos que la vida nos traiga, retomar los pendientes, continuar nuestros proyectos... si estamos juntos, si tenemos nuestro motorcito de casi año y medio, es suficiente para saber todo puede siempre estar mejor…
Lamento que te haya andado tocando una etapa ruda y espero que salgas y continúes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yarim, esas pausas y esos espacios de reeencuentro son necesarios. Qué rico que la vida te los está regalando. Poco a poco las cosas encontrarán su lugar y ese chiquito -ahora demandante- será, como ha sido, fuente de motor, amor y felicidad para los tres.
ResponderEliminarTe mando desde aqui un abrazo y los mejores deseos para que las cosas tomen un rumbo feliz y plácido.
Abrazos Yarim, abrazos y fuerza. Admiro tu fuerza, tu fé y tu determinación y deseo para tí y tu familia lo mejor de lo mejor!
ResponderEliminarQue las nubes pasen pronto y la luz los alumbre de nuevo, el amor entibiando calientito sus corazones en cada instante <3