Fragil como un volantin
en los techos de barrancas
jugaba el niño Luchin
con sus manitos moradas
con la pelota de trapo
con el gato y con el perro
el caballo lo miraba.
En el agua de sus ojos
se bañaba el verde claro
gateaba a su corta edad
con el potito embarrado
con la pelota de trapo
con el gato y con el perro
el caballo lo miraba.
El caballo era otro juego
en aquel pequeño espacio
y al animal parecia
le gustaba ese trabajo
con la pelota de trapo
con el gato y con el perro
y con Luchito mojado.
Si hay niños como Luchin
que comen tierra y gusanos
abramos todas las jaulas
pa' que vuelen como pájaros
con la pelota de trapo
con el gato y con el perro
y tambien con el caballo
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