lunes, 29 de marzo de 2010

...abramos todas las jaulas pa' que vuelen como pájaros...

Fragil como un volantin
en los techos de barrancas
jugaba el niño Luchin
con sus manitos moradas
con la pelota de trapo
con el gato y con el perro
el caballo lo miraba.

En el agua de sus ojos
se bañaba el verde claro
gateaba a su corta edad
con el potito embarrado
con la pelota de trapo
con el gato y con el perro
el caballo lo miraba.

El caballo era otro juego
en aquel pequeño espacio
y al animal parecia
le gustaba ese trabajo
con la pelota de trapo
con el gato y con el perro
y con Luchito mojado.

Si hay niños como Luchin
que comen tierra y gusanos
abramos todas las jaulas
pa' que vuelen como pájaros
con la pelota de trapo
con el gato y con el perro
y tambien con el caballo

sábado, 27 de marzo de 2010

Por el planeta del Principito

Esta noche prenderemos velas, cantaremos canciones y contaremos cuentos en este nido...

Por Octavio, mi Principito, una luz menos en el planeta... una pequeña acción para tratar de arreglar los daños que le hemos hecho...



jueves, 25 de marzo de 2010

El ojo crítico

Hoy llevé a Octavio a una clase de prueba de Estimulación Temprana a la clínica donde fui a los ejercicios para embarazadas y me gustó mucho. Estuvo muy sonriente y contento. Aunque a media clase tuvo que parar para comer :D... Nunca había convivido con contemporáneos. Había dos niños y una niña. Los tres de 7 y 8 meses, así que Octavio era el más chiquito. Todos los bebés son de mamás que también tomaron el curso psicoprofiláctico ahí. El curso lo da una psicóloga y me pareció que, aunque muchos de los ejercicios los hacemos ya de por sí en la casa, es importante la convivencia, el contacto y el aprendizaje que pudieramos tener con los otros bebés, las mamás y la instructora, si es que puedo llevarlo a las clases.

Tengo algo atravesado :S ...

A veces siento que estoy bajo la lupa, inspección y crítica de una mamá cercana a nosotros. Siento que ella todo lo mide a raíz de su experiencia de "mamá perfecta" y que me ve a mí como niñamimadaquenosabesermamá porque de muchas de las cosas que hago, dejo de hacer y pienso, más ahora que soy mamá, tiene un comentario correctivo, comparativo, digno de crítica, etc. O por lo menos, yo lo siento así... Que si amamanto, que si la fórmula, que si mi mamá me ayuda, que si gasto en cosas innecesarias, que si cocino, que si el marido..., en fin, un largo etcétera de cosas que hago mal. Y entonces me entran las dudas de mis convicciones.

No creo que ninguno de esos comentarios sean en plan de molestar, pero pues, me incomodan. Yo lo que creo es que hay que ser humildes y no medir todas las cosas como si uno fuera el centro de la perfección. Creo que todos cometemos errores, a algunos les funcionan las cosas de un modo y debemos de aprender que no es el mismo modo para todos. Esa es la diversidad y el principio de la tolerancia.

Yo soy bastante inexperta en muchas cosas y ser mamá ha sido para mí un descubrimiento diario. Todas las dudas, preocupaciones, dificultades que vivo y siento debido a mi novatez, son cosas que me han ido sirviendo de reto. Cada día trato de ser una mejor persona y obvio, una mejor mamá... y si me equivoco obtendré el aprendizaje. Me gusta conocer la experiencia de otras mujeres y mamás, estoy abierta a escucharlas, aprendo de ellas y tomo lo que siento que me funciona a mí, a nosotros...

Pero los comentarios aleccionadores no me gustan cuando son una comparación entre lo que está bien y lo que está mal... sobre todo, cuando lo que "está bien" es lo que no hago yo.

En fin... no sé... es algo atravesado... no es nada que me paralice ni que haga que disminuya mi cariño y admiración por las mamás que saben más que uno... esto un desahogo... es el desalojo de un sentimiento nomás...

miércoles, 24 de marzo de 2010

Lollipop Girl *(^_^)*

Un videito con una canción pegajosa y una animación muy bonita, que alegra el día: por la primavera, por el sol, por Octavio que salió muy bien de su consulta, por Israel que llegó bien a Madrid y por mi nuevo rebozo que me acabo de enterar que me gané en la rifa!!! *(^_^)*  Salud!

sábado, 20 de marzo de 2010

Muchas primaveras... antes de conocerte

El fin de semana pasado nos sentamos a ver fotos, de las impresas, de las de antes de las cámaras digitales. Me encanta verlas porque es una ventana al pasado, es revivir recuerdos, es evocar lugares, es sentir de nuevo...

Dice Sergio Pitol en El arte de la Fuga "...Uno, me aventuro, es los libros que ha leído, la pintura que ha visto, la música escuchada y olvidada, las calles recorridas. Uno es su niñez, su familia, unos cuantos amigos, algunos amores, bastantes fastidios..."

Lo comparto... de eso estamos hechos...

A propósito, este es el álbum de nuestras vidas, es nuestro pasado que es el tuyo... muchas primaveras antes de conocerte, mi querido Octavio...

jueves, 18 de marzo de 2010

Rebozo de regalo

El Papá Nudillos se va de viaje de nuevo. La próxima semana se va a Madrid y de ahí a Marruecos. Le dí permiso de que vaya sólo si me trae muchos portabebés de tela bonitos. En las tiendas españolas he visto muchos realmente muy lindos. Y de los que más me llaman la atención son los que usan las mujeres de paises no occidentales, con estampados y colores artesanales muy agradables, algo así como el de esta foto que encontré en la página de Crianza a través de las Culturas .

Espero que me cumpla y me traiga un parcito de bonitos rebozos españoles o marroquíes... más le vale ;D... porque me gusta mucho la idea de cargar a Octavio así, pegadito a mí, como una prolongación del embarazo, cargando al crío en todas las actividades de la vida cotidiana y luciendo telas funcionales y bonitas.

Ah! pero, si Papá Nudillos me falla, no lo hará mi suerte :D, ya que estoy segura que me sacaré el rebozo de argollas que se está rifando en el Centro de Desarrollo La Milpa, hecho en México, con las manos creativas de Náhuatl. Estas son las bases. Invito a mis poquitas seguidoras y a mis lectores silenciosos a que participen.

Así que, ya sea como regalo de nuestro querido viajero o como regalo de mi suerte, pronto estrenaremos rebozo... jajaja!!! ;D

miércoles, 17 de marzo de 2010

Un Pequeño Cambio: Marzo

Cuando nació Octavio compré aquí tres pañales de tela. Como desde que nació hace frío y mucha lluvia en Xalapa, decidí postergar su uso hasta que empezara el buen tiempo. Ya llega la primavera y, ahora, cuatro meses después, los hemos empezado a utilizar. Esta semana me llegará el papel arroz, una cubierta impermeable y otro pañal de bolsillo que encargué en La Milpa. Así que me estoy equipando para migrar de los desechables a los reutilizables.

Este es mi Pequeño Cambio del mes. Aunque por lo pronto sólo estaremos utilizando estos pocos pañales, por lo que tendré que seguirlos intercalando con los desechables, la idea es que vaya invirtiendo en comprar más de tela y así reducir al máximo los desechables. Mi meta a mediano plazo es que para el Día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio) ya Octavio tenga su kit completo de pañales de tela. Pero como inicio, arrancamos este mes de marzo, ya que siento que ya fueron suficientes cuatro meses de tirar dinero al basurero, así que mi meta a corto plazo, es que para este fin de mes, compre otro par más de pañales y así cada mes hasta completar todos los necesarios para únicamente usar de tela. Mi mamá me está ayudando a coser unos de los tradicionales de franela con manta de cielo, para utilizarlos también. Ya no quiero que el mal tiempo sea el pretexto. Encontraré la manera de secarlos cuando hace frío.


Por lo pronto ya le eché el ojo a estos predoblados de cáñamo. Y a unos de muy bonitos de colores y estampados. Además de que quiero otros de marcas mexicanas, para conocer todos. Así Octavio seguirá feliz, siendo un bebé ecológico, con su piel sana, ayudando a no contaminar tanto el planeta y muy coqueto luciendo sus pañalitos, haciendo pequeños cambios pero con grandes repercusiones ;D

viernes, 12 de marzo de 2010

Los Perros

Para Octavio y sus futuros mejores amigos



Siempre viví con ellos. Fueron mis compañeros de la infancia y la adolescencia. –Por favor, ma, que se nos quede este perrito, está bien bonito. Míralo, ya nadie lo quiere, va a estar mejor con nosotros- rogábamos hasta que la lástima hacía que en nuestra casa llegáramos a tener hasta siete u ocho juntos, de tamaños, colores y por supuesto, de muy distinto carácter. Llegaban a comer grandes cacerolas de cabezas de pollo y tortillas, consumiendo gas, energía y el bolsillo de la mamá sola que además de dar de comer a sus tres hijos tenía que alimentar a todos sus perros. Era la época en la que no había veterinarios de perros finos, de esos que ahora, los llenan de vacunas, gotas, champúes, ampolletas, vitaminas, cepillos de dientes y croquetas light, y que anotan todo en su expediente electrónico. No, los perros de mi infancia nacían y crecían sólo con nuestra atención y cariño, acaso sólo los llevábamos a vacunar en las masivas campañas contra la rabia, en las que una misma aguja era compartida entre varios canes desconocidos. Nunca se enfermaban, siempre estaban listos y animados para jugar con nosotros.


Eran parte central de nuestras vidas. Eran nuestros hermanos. Nos encantaba mandarles saludos por el radio. Era una fiesta de risas cuando escuchábamos al locutor mencionar sus nombres al aire –saludos a los niños Pupet, Pingüino, Nubia y Argos que junto con sus hermanos Orlik, Karel y Yarim, siempre nos escuchan- y les dedicaban la canción de “Los doce mulitos” de Los Yoyo. A la hora de sentarnos a comer, compartíamos el bocado a escondidas con ellos, y entre las historietas de Astérix que tanto molestaba a mi madre que leyéramos en la mesa y la música Los Beatles de fondo, les pasábamos clandestinamente pedazos de comida.

De entre todos siempre tuve especial conexión con la Poupette. Era una perra ratonera que le regalaron a mi mamá cuando nací. Crecimos juntas. Ella fue el origen de toda una vasta estirpe de perros criollos absolutamente nobles. Ya vieja, cuando se suponía no podría tener uno más, culminó con el Pequeño, su último hijo, que la hizo sufrir al nacer porque venía al mundo con sus patitas rosas por delante y ella ya no tenía fuerza para expulsarlo.

Era una perra sumamente activa, era la líder. Armaba su guerra de guerrillas y junto con la Nubia, el Chimino, el Olafo y el Albino, organizaba una cacería que no concluía hasta capturar las ratas que se atrevían a vivir entre la leña que Don José, mi abuelo, acomodaba con esmero en el patio trasero. Al final, quedaban todos los troncos tirados y todos los perros, agotados y sedientos, orgullosamente sentados junto a su lidereza y las ratas muertas.

Nada podía detenerla, excepto los días lluviosos con relámpagos y truenos, en los que parecía perder todo su valor matriarcal y se escondía aterrorizada debajo de las camas, donde se sentía segura de no ser alcanzada por esos estruendos y luces para ella inexplicables.

La Poupette murió el mismo año de mis quince. Para mí empezaba la vida y a élla ya no le alcanzó más para seguir haciendo latir su anciano corazón. Con su muerte conocí por primera vez el dolor de la pérdida. Conocí la tristeza de ver irse a un ser querido, porque eso era ella. Su funeral fue en mi jardín, que es un cementerio. Bajo cada árbol está enterrado un perro. En los pinos están el Orión y la Nubia. En la higuerilla está el Garufo, en la jacaranda está el Idéfix, en el haya la Chispa. Sólo me explico lo fértil de esa tierra porque está abonada con la materia de todos esos nobles seres que fueron nuestros mejores amigos.

De niña me creí la historia de que al morir tenemos que pasar por un río que nos llevará al descanso eterno y que un perro nos guiará para poder llegar con bien. Siempre me reconfortó la idea de que a mí no solo me acompañará uno sino que todos los perros que me acompañaron e hicieron feliz a lo largo de mi vida, me cuidarán al cruzar… Así no tendré miedo por no saber nadar … ellos seguirán ahí, fieles, junto a mi.

lunes, 8 de marzo de 2010

Reflexión

Tratando de encontrarle el orden a las cosas guardadas por mucho tiempo, encontré en una caja de mi época de la facultad, llena de hojas para reciclar, una descripción de mí misma que hice como ejercicio para resolver un cartel personal. Me sorprendió mucho que en esa época, tal vez por ser más joven, me conocía perfectamente o en mi descripción parecía estar mucho más segura de quién era yo misma.


Ésta es:

Mi padre escogió mi nombre porque le gustó su eufonía. El significado real no lo sabemos, pero es el nombre de una ciudad oriental, lo que explica tal vez mi gusto por las culturas no occidentales.


Nací el 6 de enero de 1974. Soy la hija menor de mis padres –enfermera y bibliotecario-, de quienes he aprendido la importancia de amar la actividad a la que dedicas tu vida.


Heredé el carácter fuerte y explosivo de mi papá, me gusta analizar, discutir y dar mi punto de vista de las cosas que me interesan. No me gusta quedarme callada cuando hay algo en lo que no estoy de acuerdo, lo que a veces me ha traído algunos problemas. Siempre lucho porque las cosas sean justas, por lo que me dicen rebelde o arisca. Odio la intolerancia y el trato despectivo hacia lo diferente.


La primera impresión que doy a los demás, por mi apariencia y mi manera de hablar, es la de estar enojada. Más bien soy seria y un poco tímida, me cuesta trabajo entrar en confianza con la gente, pero cuando llego a conocer bien a alguien, puedo mostrar ese otro lado mío: soy sensible, delicada y comprensiva.


Siempre he sido buena estudiante y aunque mucho tiempo estuve indecisa sobre qué rumbo seguir, encontré en las artes plásticas y el diseño, un mundo sensible en el cuál desarrollarme, por lo que no me veo estudiando contabilidad, derecho o medicina. Le tengo especial afecto a la pintura y el arte objeto. Me gusta colectar objetos que pueden adquirir un significado especial al reunirlos dentro de un espacio distinto a su original contexto: pequeños universos. Así, como una caja con un mundo por revelar en su interior, más allá del cascarón externo, soy yo.


Me causa gran interés el conocer las formas de vida de la tierra, sobre todo del mundo animal. En algún lado leí que para que los humanos no nos priváramos del privilegio del placer de acariciar a los tigres, Dios (yo creo que la sabia naturaleza), creó a los gatos. Yo los admiro por su elegancia y la enigmática mirada con la que salen a explorar la noche. Además, me gusta el sonido arrullador de su ronroneo, indicativo de que están contentos. Si tuviera que volver a nacer como un ser vivo de otra especie, escogería ser un gato.


Me gustan los colores ocres, pardos y sepias: los tonos del otoño. Mi color de piel es moreno, mi cabello es oscuro, lacio y medianamente largo. Para mí, el físico no es más que la parte superficial de las personas, por lo que siempre busco la esencia, lo más valioso. Adentro de mí espero la misma actitud de los demás para conmigo: quiero ser valorada por lo que realmente soy y no por lo que tengo o por lo que aparento.


Soy soltera, soy estudiante, tengo por pasatiempo favorito el cine, leer, escribir, salir al campo y viajar. Soy seria, tímida, introvertida, reservada, responsable, explosiva, enojona, respetuosa, sentida, amigable, ordenada, tranquila, sincera. Mis colores favoritos son el verde, el café, azul marino, sepia y marrón.

En general, sigo siendo la misma, aunque he cambiado con el paso de los años. Creo que ahora soy menos radical y más tolerante. Ahora soy más alivianada y más sociable, estoy muy consciente de los giros de la vida, por lo que trato de vivirla tranquila y contenta. Pienso más en la demás gente y no sólo en mi misma. Trato de ser minimalista. Ahora creo que sólo debemos de tener las cosas que realmente necesitamos y consumir menos. Sigo soltera pero vivo con el hombre que lejos de ser perfecto, es mi mejor amigo, mi compañero y es además, con que estoy viviendo esa gran experiencia que me faltaba vivir, la de ser mamá. Desde que estudiaba pensaba en salir a conocer el mundo, lo que he hecho algunas veces y quiero seguir haciéndolo pero ahora con nuestro hijo. Yo, que creía conocerme, me dí cuenta de que era aún más cosas, que sólo he conocido al ser mamá. Se me agudizó el oído y el sexto sentido, soy capaz de sentir y adivinar lo que mi hijo quiere y necesita. Sé entender el lenguaje corporal de Israel y Octavio. Me cuesta trabajo ser ama de casa, porque en mi querer ser insumisa, nunca aprendí a serlo, pero ya no estoy peleada con la idea de que podemos hacer equipo, como pareja, para llevar adelante la casa y atendernos mutuamente. Sigo conociéndome, cada día me sorprendo sintiendo, haciendo y queriendo aprender nuevas cosas. Los problemas del dinero me preocupan mucho pero soy consciente de que tengo la capacidad para traerlo a la casa. Trabajé diez años para la institución de la cultura de Veracruz, tengo mucha experiencia como diseñadora y, con el apoyo de mi compañero, me decidí a soltar la comodidad de un trabajo remunerado por uno libre, desde casa, siendo dueña de mi tiempo y para crecer profesionalmente y ser feliz, haciendo y viviendo de lo que me gusta hacer, claro, con el soporte, sustento de mi pareja lo que hasta ahora me ha permitido estar de tiempo completo con Octavio y trabajar a mi ritmo.

Ahora siento más empatía por las mujeres, todas, pero especialmente las que son mamás, la mía propia, mis tías, mis primas, mis amigas. Ahora me atraen mucho los niños. Ahora quiero aprender a hacerle prendas a mi niño, coserle un babero, tejerle un gorro, etc… Tengo sentimientos y quiero hacer cosas que antes ni siquiera me pasaban por la cabeza, hasta ahora que soy mamá.

He cambiado, sí, pero mi esencia es la misma, sólo que ahora me siento corregida y aumentada. Antes era una mujer completa, ahora lo sigo siendo con el plus de que le di la vida a alguien más, lo que me hace, hoy, una mujer satisfecha y en autoaprendizaje continuo.

lunes, 1 de marzo de 2010

Triple Corchea























Mi amigo Federico organizó una exposición de carteles conmemorativos del 80 aniversario de la Orquesta Sinfónica de Xalapa y nos invitó a participar a los tres, así que éste fue el resultado: Ilustración: Israel / Diseño: Yarim / Inspiración: Octavio. Aunque la imágen en realidad la hicimos para la invitación del Baby Shower, pero sirvió también para el cartel.

Estoy esperando el momento para poder llevar a Octavio a algún concierto, para que se acostumbre, desde bebé a escuchar la música, aunque escucha música clásica desde que estaba en la panza con el Cria's Soundtrack pero la prueba de fuego será cuando la escuche en vivo, porque sí, como lo puse en el cartel, quiero crear a un nuevo melómano!