martes, 7 de diciembre de 2010

Bruja

Con los ojos hinchados por llorar, con la culpa encima por perder los estribos, con toda la presión y nervios por lo que viene los próximos 10 días. Siempre hay una primera vez, y por primera vez, regañé, y feo, a Octavio. Me sientro triste porque él no hace más que darnos a entender sus molestias de la única manera que conoce. Llora, grita, odia profundamente cada cambio de pañal. Me desesperé. Nada me justifica. No se vale porque Octavio desesperado, cansado, aburrido porque sus papás no han podido estar con él al 100% sólo demuestra así, que requiere atención.

Israel recuerda una niñez marcada por gritos, jalones, regaños y posteriores peticiones de perdón de su mamá deseperada, obsesionada con el orden y la limpieza. Me cuenta, que él y sus hermanos llegaron a creer que su mamá era una bruja. No quiero que Octavio me recuerde un día como una bruja mala y gritona.
Tengo claro que el respeto en cualquier relación es primordial, más en la relación de padres e hijos.

Paciencia.

Lloro, respiro, me tranquilizo. Pido perdón a mi niño y a mi compañero, mis dos pilares. Por ellos y por mí, por la armonía de nuestro nido, vuelvo a respirar profundo. Las presiones y el estres vienen y van, pero lo que vale la pena es vivir tranquilos, sanos y felices. Abarcando hasta donde es posible, y lo que no se puede, dejarlo pasar...

Quiero ser una buena mamá... me esfuerzo por serlo... espero lograrlo y que mi hijo crea en mí y se sepa siempre bien amado...

lunes, 29 de noviembre de 2010

Trueque de diseños

Para mi ha sido muy dificil encontrar el punto en el que me pueda sentir al 100% satisfecha por ser una mamá que trabaja en casa. Este año con la crisis económica por un lado y por otro, con mi dedicación absoluta a Octavio, me ha sido muy dificil conseguir proyectos pagados. Los clientes que he tenido, institucionales generalmente, vieron en este año totalmente mermado su presupuesto, por culpa de las campañas políticas y por lo que no me contrataron como en años pasados, que no me quejaba, me iba bien trabajando de freelance.

Y de mi época de trabajo en oficina, sobre todo lo que extraño es tener un sueldo seguro, que sustente mis necesidades, las de mi hijo y sobre todo, con el que pueda compartir los gastos de la casa. Veo a Israel casi colapsado porque la situación económica parece ahorcarnos a veces.

Ha sido un año muy duro.

Por otro lado, me siento totalmente satisfecha por estar invirtiendo todo mi tiempo en la crianza de mi chiquitín. Su primer año realmente se nos ha ido rapidísimo y francamente no quisera separarme de él para irme a buscar de nuevo un trabajo de 8 horas de oficina y tener que dejarlo esas horas con alguien que lo cuide o en una guardería. Quiero verlo crecer sus primero años conmigo, con nosotros, disfrutarlo al máximo. Son años importantísimos e irrepetibles, y quiero estar ahí, no quiero perdérmelos y después darme cuenta de que, en un abrir y cerrar de ojos, mi chiquito ya creció, ya se va a la universidad y que de pronto ya haya volado del nido.

Por eso, estos consejos de Mamá Trabaja en Casa sobre el intercambio de bienes por servicios por me parece que pueden ser una buena opción. Yo lo he hecho. Y me ha gustado la experiencia porque haciendo lo que sé hacer puedo obtener algo que quiero y que en este momento no puedo comprar.

La primera vez que lo hice fue cuando intercambié el diseño de las tarjetas de presentación y volantes de la hermana de mi amiga Paulina, para promocionar su consultorio dental.

Y ella me dió como pago, la cunita que fue de su hijo y que Octavio utilizó sus primeros meses, antes de que nos hicieramos adictos al colecho.


La segunda vez que intercambié mi trabajo fue con Elena, a quien le diseñé unas etiquetas para marcar los útiles y la ropa de su hijo para el kinder.


Las cambié por hojas de papel arroz para los pañales de tela que ella tenía de sobra.
Lo malo es que han habido problemas con el envío y no me han llegado, ya no se si se perdieron en el camino o qué pasaría. Pero bueno, sigo esperando que ese intercambio se haga efectivo, porque además, ya se nos están terminando las hojas y pronto nos harán falta.

El último intercambio, que me tiene muy emocionada, lo hice con Mamá Gallina. A ella le hice el diseño del logotipo para su tienda en línea que estará orientada a la venta de cosas para los niños y sus mamás, para el hogar y la familia en general. Se llama NuNa, que en maya significa "alma". Estoy contenta de que le gustaron las propuestas, aunque les seguimos haciendo algunos ajustes al diseño. Quizá trabajemos juntas también para el diseño de su página web.


Con Mamá Gallina intercambié el diseño de NuNa por unas cubiertas y broches para pañal de tela, lo que me tiene realmente contenta. Espero el envío con mucha emoción.


Mientras las cosas con mi economía mejoran, creo que el trueque es una buena manera de trabajar, solidarizarse con otras mamás que necesitan resolver algunas cosas de diseño y obtener a cambio, en este caso, productos que me hacen falta para Octavio, aunque estoy abierta a las propuestas de pago en especie que me hagan, quizá algo para mí. Siempre es emocionante hacer intercambios. Aquí se encuentran algunos trabajos míos, para quien quiera conocer algo más de lo que hago. 

Así que soy toda oidos para quien le interese hacer trueque de diseños, que es lo que mejor sé hacer.













miércoles, 24 de noviembre de 2010

El dia 364

A VER SI ASÍ APRENDES!

Lo voy a escribir para no olvidarlo, quisiera olvidarlo pero no debo. Lo escribiré sin extenderme mucho, pero no dejo de escuchar los gritos desesperados del reclamo de Israel A VER SI ASÍ APRENDES! A VER SI ASÍ APRENDES!. Y claro, me sentí y todavía con mucha pena, la mamá más mala y descuidada del mundo.

La tarde previa al cumpleaños de Octavio fuimos a hacer compras para el festejo que le hicieron sus abuelos. Yo lo llevaba cargado en el mei tai pero ya estaba llorando, aburrido... Tontamente yo, para entretenerlo, le di un paquete de galletas para que jugara y tuviera algo en las manos. Pero obvio, no lo dejó en sus manos, se lo llevó a la boca y con los dientes tipo navaja que tiene, lo mordío hasta que lo rompió. Todo pasó muy rápido, y subestimé la capacidad de un bebé y el riesgo de accidentes. En fin, cuando me di cuenta vi que el paquete estaba roto y que le faltaba un pedazo. Lo saqué del mei tai, le abrí la boca y le vi el pedazo de papel metálico en la garganta. Se lo traté de sacar, el lloraba horrible, muy espantado. La gente al ver nuestros movimientos trató de ayudarnos, haciendo maniobras contra la asfixia. Llanto, gritos, desesperación... horrible, no quiero ni recordarlo.

Paramos en la Cruz Roja. El niño lloraba y gritaba, signo de que no estaba obstruida su respiración. La abuela de Octavio se cayó al bajarnos del taxi que nos llevó al hospital. Israel entró con los paramédicos a la revisión, a mí me sacaron. Busqué la manera de entrar. Lo logré. Más llanto. Más reclamos. Más enojo. Mucho miedo. Mucha culpa.

Los médicos me explicaron, el bebé no estaba morado, gritaba, lloraba, no tenía obstruídas las vías aéreas. Ya no se le veía nada en la garganta, se lo tragó. Ahora tenía que esperar entre doce y veinticuatro horas para que lo expulsara. Si no, habría que pensar en un ultrasonido para ver en qué parte de los intestinos estaba. En algunos casos hasta se tiene que recurrir a la cirugía. Así que revisé cada uno de los pañales hasta que, justo un poquito antes de la hora de la fiesta de cumpleaños, ví el mentado pedazo de papel metálico que ya había salido.. Era grande, de unos 5 cms. Llamé a Israel para que lo viera en el pañal. Casi lloramos, de nuevo, al pensar que eso pudo haber asfixiado a Octavio.

La abuela se hizo un esguince al caerse. A Octavio le duró muchos días el llanto, el susto, no quiere separarse de mamá, más que nunca odia que lo acueste para cambiarle el pañal, por supuesto está aterrorizado cuando tiene contacto con médicos, como hace días que lo vacunaron y le volvió el mal recuerdo.

El día de la fiesta de Octavio él pareció olvidar todo y se la pasó contento, divertido, jugando con los niños, correteando y comiendo gelatina, como si lo vivido la tarde anterior nunca hubiera sucedido. Pero no dejó de sentirse entre todos una sensación de tristeza porque vivimos un momento muy desagradable y potencialmente muy peligroso, la historia pudo haber sido distinta.

Ahora ya estamos mejor, la abuelita menos adolorida, Octavio más tranquilo y nosotros también. Ya no hay reclamos. Ya pude, por fin, escribirlo para sacar el episodio de mi cabeza, pero para recordar que ninguna precaución es suficiente. Los accidentes pasan en un segundo pero muchos, muchos podemos evitarlos.


Y sí, efectivamente, así, lo aprendí...

domingo, 14 de noviembre de 2010

Coser, tejer, bordar, AMAR...

Siempre he creído en la importancia de la música como acompañante de cada momento de nuestra vida. Hace poco perdí toda la música que tenía en mi Ipod y me dolió porque cada canción, cada grupo, cada pieza musical eran parte de momentos especiales de mi vida. El Yarim´s Life Soundtrack. Escucharlo era como abrir un album fotográfico, lleno de recuerdos. Imposible recuperar todo. Ahora mi Ipod está vacío. Y puede ser símbolo de que ahora, desde que soy mamá, vivo una nueva vida. Así que habrá que llenarlo con música nueva.

Conocí esta canción por la querida y dulce amiga colombiana Lyn. Me llega ahora que, a raiz de mi maternidad, se me ha metido a la cabeza que quiero aprender a coser, tejer y bordar.


Cuando era niña estudié talleres de costura, tejido y bordado en las clases de trabajos manuales de la primaria. Aunque aprendí, nunca les presté demasiada importancia y jamás volví a practicar. En la secundaria preferí elegir el taller de Danza en vez del de Industria del Vestido.

Hasta hace unos años pensaba que saber coser, tejer y bordar era cosa de mujeres educadas para ser buenas esposas, como las que menciona la guía del último post de Azulitoclaro en su blog La casita de Irene. Y como yo nunca he querido ser una buena esposa de esas ;), soy Yarim, la mujer insumisa que se olvidó lo que aprendíó de niña y ahora no se ni siquiera cómo se le pone el hilo a la máquina de coser :S.

Pero ahora quiero aprender. Creo que va más relacionado con amar y crear cosas para quieres se una ama. Justo ahora me parece que en esta frecuencia, me ha llegado el momento de poner manos a la obra. Me encantan las mercerías, los hilos de colores, los estambres, los retazos de tela. Me encanta y admiro lo que hacen con sus manos y creatividad muchas mujeres, como La Chili, que pronto dará cursos virtuales de costura. Me gusta mucho encontrar cosas bonitas en la red y me pregunto si yo seré capaz de aprender y llegar a hacerlas también.

Ayer me fui a ver máquinas de coser. Quiero comprarme una! En mi ciudad hay dos escuelas, una muy cercana a mi casa, y me estoy planteando muy seriamente entrar a clases de corte y confección.

Hoy empiezo a bordar un dibujo de Papá y Octavio dándose besos. Lo quería hacer en un babero. Pero como me urge empezar, lo haré para una servilleta o quizá en una playerita blanca. A ver qué tal me queda. Tanto deseo empezar, que anoche soñé que estaba en Barcelona y decía vaya, qué bueno, estoy aquí y me puedo ir a tomar los talleres de Duduá. Desperté y dije, hoy es el día, hoy empiezo... 

Y no seré una buena esposa pero sí una hembra humana que quiere crear  y amar...

sábado, 30 de octubre de 2010

Los tenis de Amir

En 2004 nosotros andabamos en un viaje amoroso de reconciliación, luego de un año de estar separados, cuando desde Florencia nos enteramos de que había nacido ya el sobrinito, hijo del hermano de Israel. Amir cumplió en este octubre 6 años.Cuando era bebé su abuela le envió desde Estados Unidos de regalo unos tenis convers de botita. Nunca los usó, no le entraron, era un bebé con el pie regordete. La mamá de Amir guardó los tenis esperando que algún bebé algún día los pudiera aprovechar. Pasaron varios años. Los tenis llegaron a nosotros cuando Octavio tenía dos meses así que esperaron en su cajita nueve meses más, hasta que llegó el momento de sacarlos. Ahora Octavio los usa para explorar el inmenso mundo del piso y para dar los primeros pasos con la seguridad de que esos tenis le sostienen muy bien los tobillos y lo animan a pararse. Cuando se cansa, se sienta y se alcanza los pies para tratar de darles mordidas a los zapatos.

Después de muchos pasos andados y de muchos por andar, los primos, Octavio y Amir se conocerán en el próximo diciembre, que será cuando coincidan en la casa de los abuelos paternos. Tenemos emoción por el encuentro. Cuando hace 6 años nosotros renovábamos nuestro lazo, ensoñados y con recargadas esperanzas en nuestra relación, nunca nos imaginamos que el tiempo nos traería la alegría de ser los papás de Octavio. Mucho menos que Amir, el bebé regordete crecería para convertirse en un muchachito alto e inteligente de 6 años y que le heredaría a nuestro hijo, su primito de un año, sus tenicitos...

Caminemos juntos por mucho tiempo...

miércoles, 20 de octubre de 2010

Coincidencias

En este blog pocas, poquísimas veces (más bien ninguna) vez he citado textualmente lo que otras mamás escriben, aunque con muchas siento empatía al leer sus experiencias. Esta vez transcribo un texto que me llegó a través de las redes sociales, escrito con el corazón y las entrañas de Silvina L. Monge y con el que coincido totalmente, porque al igual que a ella, no me gustan las posiciones radicales, sobre lo bueno y lo malo, respecto a la crianza de los hijos. Va. Gracias por escribir un texto así.

Soy mamífera, aunque antes yo no lo sabía
de Silvina L Monge, el El Martes, 19 de octubre de 2010 a las 9:14
 
"Yo no tomé teta. Y el vínculo con mi madre (y con mi padre) es fuerte y ha surcado kilómetros y kilómetros de distancia. Ha sobrevivido una pronta adolescencia y (¿porqué no?) una adolescencia tardía. Yo no tomé teta y no estoy gorda y soy muy inteligente, soy guapa y segura de mí misma (o eso dice mi terapeuta después de años de trabajo juntas). Yo no tomé teta y soy tan fuerte cómo un roble, he aprendido a a auto curarme el asma. Yo no tomé teta porque mi madre no tenía leche entonces le dio una mastitis. Le dieron una pastilla y a brote de lágrima se le retiró la leche, el dolor y “no pasó nada”, pero fue ella la que fue corriendo a comprar una sacaleches cuando me vio los pechos duros y enormes, rojos y tibios casi calientes al segundo día de nacida mi hija; dicho sea de paso ya abiberonada en La Paz (ni más ni menos) y sin mi permiso. Yo no tomé teta. Y me tiraron el chupete a mis tres años. Yo no tomé teta y me chupé el dedo un buen tiempo y hoy veo con sensación de asco cuando una profesora le dice a una maravillosa niña (fuerte, segura de sí misma, brillante, simpática y sociable) que se quite el dedo de la boca. ¿Y eso porqué pregunto yo? Mi abuelo decía que porque el dedo se me iba a hacer chiquito chiquitito.


Yo no tomé teta y me quitaron el chupete y me dijeron que se me caería el dedo si me lo chupaba. Y acá estoy.

Yo no tomé teta pero mi hija de más de 40 meses (sí, casi tres años y medio) sí toma teta. Yo no tomé teta y mi hijo de 14 meses toma teta, a veces incluso, los dos a la vez. Son tan grandes ya los dos (entre los dos hacen 25 kilos, casi la mitad de mi peso) que estamos pensando en comprar un sofá más grande y cómodo (obvio no pensamos en destetar).

He trabajado con los dos enganchados a la teta, por gusto, por placer, por divertimento, por risas y porque ¡qué coño! me daba la gana, me da la gana.


He trabajado e ingresado, en tres años, a la casa el mismo dinero que los tres años antes de que naciera mi hija. Y sin embargo por trabajar desde casa y priorizar en mi familia (porque oiga, mi familia, no son sólo mis hijos, también es mi marido, porque sin él no habría la lactancia y el vínculo FAMILIAR que hay) se dice que no trabajo; y entonces ahora que la niña mayor ha entrado al cole y que he visto lo rápido que pasa el tiempo el viernes pasado me he plantado y decidido que no, que este año nada de vacaciones fuera, que el coche seguirá siendo el mismo, aunque más viejo, un año más; que la ropa será de segunda mano y que los menús serán de mirar muy bien los precios en el mercado; pero que no, que al menos durante este último trimestre no trabajaré. Y ya no me siento menos mujer por eso, y tampoco me siento más mujer.


Porque yo no tomé teta y mi madre ha trabajado desde que yo tenía mes y medio y la veo tan mujer como mi abuela que nunca salió a trabajar fuera de casa. Mi padre sí tomó teta, mi abuela dice que a parte de teta tomó biberón (pero mi padre de eso no quiere saber nada) y es tan guapo, inteligente y sano como mi hermano menor que nunca tomó teta.


Yo me siento más mujer porque siento en mis ovarios el grito de la vida, me siento más mujer porque mi cuerpo aclama que lo soy, con kilos de más o de menos, con canas de más o de menos, con arrugas que no veo pero que seguro están ahí, con celulitis y con ganas de seguir estudiando y con ganas de ser mejor persona. Yo me siento más mujer porque hoy decido hacer de mi vida un puchero y antes decidía comprarme un maletín para mi portátil de vida ejecutiva. Yo me siento más mujer porque el día que nací escribieron en mi acta de nacimiento que era mujer aunque el médico le dijo a mi madre que sólo 5 centímetros me separaban de no ser hombre. Yo me siento mujer y más mujer. A parte, también, me siento, me sé y disfruto de ser mamífera, porque amamanto sí, y porque cobijo a mis crías en mi cuerpo, porque me refugio y me lo permito en el cuerpo de mi amante, porque juego a las cosquillas y a rodar a carcajadas como jauría divertida de leones, me siento y me sé mamífera porque huelo a mis hijos, porque los baño, porque los miro de arriba abajo, porque les acaricio y porque los amo. Soy mamífera, como también son mamíferas tantas maravillosas madres que conozco que no dan ni han dado teta.


Soy mujer y soy madre y me canso, y disfruto, y grito, y lloro, y me divierto y me vinculo con mis hijos, con mi familia."













.

viernes, 15 de octubre de 2010

Tenemos gripa

Con el aire frío anda la gripa buscando a quien contagiar. Así que me agripé y el pobre de Octavio ya anda sintiendo los malestares de la nariz tapada, los ojos llorosos y la vocesita ronca.

Esperamos reponernos pronto.

Además, tenemos un proyecto de trabajo en puerta que ha ocupado nuestro pensamiento y energía, por eso andamos un poco alejados de aquí.

Se acerca nuestro cumpleaño, lo que me tiene muy emocionada. No haremos una gran fiesta, pero sin duda, será una fecha para celebrar.

Pronto volveremos a este, nuestro querido nido virtual, con el gusto de siempre...

lunes, 4 de octubre de 2010

Tan lejos y tan cerca

Los días de otoño, el aire frío, las hojas de los árboles volando... y así de rápido, como el aire, se pasa el tiempo.

Estoy llena de añoranza, recordando mi panzota con Octavio dentro, los nervios, la emoción... Hace un año fueron los dos Baby Shower, cada abuela me organizó uno con quince días de diferencia, recibí muchos regalos, mucha ropa para Octavio, que todavía sigue estrenando. Yo me sentía muy especial, muy querida, muy atendida, todos me cuidaban y protegían. Ya faltaba poco para que naciera mi bebé, que flotaba calientito dentro de mí. Sentía que el mundo giraba alrededor mío, que era la embarazada más especial del mundo. No se repetirá esa experiencia y por eso trato de recordar todo lo que viví en mi embarazo. Lo veo todo como en retrospectiva y me parece tan lejano...

Tan lejos y tan cerca..., apenas ha pasado un año y hemos cambiado tanto... Mi vida, mi manera de pensar, de sentir, y sobre todo, las ganas de aprender a diario a ser mamá, la mamá de Octavio.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Culpa

Uno de los motivos por los que israel se negaba a tener un hijo era que -sí, su lado egoista- no quería sufrir junto a un hijo, estar preocupado por él, de por vida. Sabía que eso sucedería, que ya nunca más viviría "tranquillo" pensando en que algo pueda pasarle a el niño. Efectivamente, yo lo veo permanentemente estresado. A veces me da la impresión de que quisiera tener a Octavio en una burbuja protectora en la que nunca le roce ni el aire. Dice mi suegra que Israel tardó mucho en caminar, que porque se cayó y le dió miedo. Que lo sentaba en un sillón y ahí se quedaba quietecito, tranquilo, sin moverse, sin llorar, sin ensuciarse... Vaya un "buen niño" muy bien "portadito". Pero Octavio parece que no será un niño de los que se está quieto. Mientras Octavio ha sido un bebé chiquito, primero dormía horas en su moisés mientras trabajábamos en la mesa, luego dormía menos pero se quedaba tranquilo en su portabebé, entretenido con algún juguete... pero el nene está creciendo y ya no está tranquilo, y tiene fuerza y quiere moverse, gatear, pararse... Y claro, el estrés de papá está a todo lo que da. No tengo la más mínima duda de que ama a su hijo y de que de ningún modo se arrepiente de ser papá, pero hay situaciones que es muy obvio que le causan molestia, como el ver perdido el orden, lo minimalista de nuestra pequeña casa taller, con muchos libros, artesanías y materiales de arte, que ahora se ve de pronto con colchoneta en el piso, con juguetes por todos lados, con pañales secándose dentro de la casa, con aditamentos para bebé, como carriola, silla alta para comer, andadera y corral. Lo entiendo, es una casita donde antes cabíamos perfecto siendo sólo dos y ahora, con la familia en expansión, nos viene pequeña.

La seguridad en la casa ahora debe ser nuestra prioridad. Nos hacen falta reja y pasamanos para la escalera (yo ya me resbalé ahi cargando a Octavio), puertas para el fregadero con las cosas de la limpieza, protecciones en las ventanas, tapas para los enchufes y un largo etcétera.

Ayer mi niño se cayó. Tengo el corazón roto y un gran sentimiento de culpa. Yo estoy permanentemente con él. Siempre estamos juntos y lo que menos quiero es que le pase algo que lo lastime. Después de comer, Octavio pidió lechita para dormir y nos acostamos un ratito. Cuando ya estaba profundamente dormido, soltó la teta, le puse una barricada de cojines y cobijas y pretendí ponerme a trabajar en la computadora mientras él dormía. Así que lo dejé dormido y me fui a la mesa a trabajar. Luego llamé a la abuela para saludarla. Israel estaba pintando, igual, en la mesa. Ninguna precaución es suficiente. Octavio es un bebé que muchas veces se despierta sin hacer ruido y se mueve de modo que se salta los cojines que lo rodean para que no se caiga. Y sí, eso pasó, se despertó y se desplazó al vacío. Escuchamos el golpe. Israel lo encontró tirado de espaldas y privado del llanto, más del susto que de dolor. Por supuesto que Israel me culpó por haberlo dejado sólo. Yo corrí, grité, aventé el teléfono. Lo cargué, lo revisé, le dí chichi, lo abracé, hice todo para tranquilizarlo. Nunca había llorado así. Nunca había conocido el miedo ni el dolor. Esperamos a que reaccionara para ver si estaba lastimado gravemente. Por fortuna no. No tiene chipotes ni moretones y por supuesto nada roto. Toda la tarde lo tuve en observación y con el pie listo para salir al hospital, pero parece que sólo fué el susto. Salimos a caminar, a distraerlo, y estuvo el resto del día bien, ya tranquilo.

En la casa estamos los dos papás de Octavio, pero como siempre es la mamá la que está permanentemente al 100% para procurarle todas sus necesidades, darle de comer, cambiarlo, consolarlo. Me separé de él  porque además de ser mamá quiero aprovechar sus momentos de sueño para poder trabajar, es el único tiempo que puedo dedicarle a mi profesión... Y creyendo que estaba seguro y dormido lo dejé ahí y pasó lo que pasó.

Me niego a aceptar sola la culpa de que Octavio se haya caído, si los dos estamos en casa para cuidarlo. Pero me entristece que parezca que soy descuidada o que en cualquier momento le puede pasar algo grave por mi culpa, como puede llegar a ser la percepción de Israel. De ninguna manera quiero eso. Pero sí, Israel no puede distraerse cuando trabaja, si además, es él quien sostiene la economía de la casa, y yo, pues tengo que relegar mi trabajo para estar 100% como mamá. Me queda no despegarme de él, extremar precaciones y llegar a acuerdos, si estamos juntos podemos hacer adaptaciones, negociar tiempos, para que la responsabilidad de la crianza sea compartida.

Como sea me siento culpable. En la noche, después de bañarlo y de cenar, ya acostados los 3 en la cama, le pedí perdón a mi niño y le dijimos que nunca más se quedará solito sin la protección necesaria. Mi chiquito inocente y hermoso ya dormía tranquilo y relajado, rodeado de amor, quizá nunca recuerde que se cayó. Ojalá que nunca, nunca le pase nada grave. Perdóname Octavio, te prometo cuidarte siempre...

lunes, 20 de septiembre de 2010

Casa

Estamos tan acostumbrados a tener todo lo necesario, ropa limpia, comida en el refrigerador, agua para tomar, bañarse y para el inodoro. Luz para alumbrarnos y prender los aparatos. Cobijas calientitas para no pasar frío en la noche. Un techo donde ver llover y no mojarse. Las cosas materiales dan comodidad. Los servicios básicos lo confortan a uno y le proporcionan seguridad. Nos es tan común que de pronto no valoramos. Uno no se imagina perderlo todo. Perder además de la casa, a la familia en un desastre es algo realmente trágico. Hay que ponerse en el lugar de la gente que de pronto lo perdió todo. Cuando ves a las mujeres cargando a los bebés llorando, sin nada más que lo que traían puesto en el momento de la tragedia, gente que perdió su casa, sus cosas, sus mascotas y su familia. Una niña de tres años fue rescatada en helicóptero del techo de su casa, estuvo dos días sola, con hambre y sed. Su mamá tuvo que tomar la decisión de dejarla ahí para meterse al agua y nadar hasta encontrar algo de comida y ayuda…

Veracruz está inundado, muchísima gente lo perdió todo a consecuencia de las lluvias posteriores al huracán. Los ríos se desbordaron y tomó a la gente por sorpresa. Las imágenes son desgarradoras. Y uno piensa pobre gente. Y uno piensa que aquí no pasó nada, que estamos bien, que los nuestros están bien. Y prendes la luz y te cambias de ropa y sacas comida del refri. Valoremos lo que tenemos.

Nadie está exento de vivir una tragedia como la que estos días padece nuestro estado, nuestra casa… Ayudemos.
Hoy por tí, mañana por mí...

http://www.amarilloespacio.com.mx/mailing/mailing_acopio.html

viernes, 10 de septiembre de 2010

10 meses en este viaje maravilloso

Tomamos el autobus para la ciudad de México a las dos de la mañana. Por más que quise cargar lo esencial, mi mochila era enorme. Para mí, un pantalón de mezclilla y varias blusas. Para Octavio, todo el resto de la maleta. Por si llueve, por si hace calor, por si hace frío, por si se ensucia, muchas camisetas, manga corta, manga larga, pañaleros, pantaloncitos, chamarritas y el bulto de pañales. Así que con la mochila a la espalda, una bolsa de mano con cobijita, una muda de ropa para Octavio, juguetes, biberón con jugo, toallitas húmedas, etc.... La carriola plegable en la otra mano y en el lado contrario, Octavio dormido en el rebozo de argollas.

Qué maravilla que existan los rebozos y qué práctico es el de argollas, para quitarlo y ponerlo fácilmente. Y fue la mejor decisión habérmelo llevado para cargar en cunita a Octavio durante el viaje que, como fue de noche, se fue dormido todo el camino.

Fuimos a esperar a Israel a casa de sus papás en Pachuca, pero como yo no me aviento a manejar en carretera sola con Octavio, preferimos viajar en autobus. Y aunque tenía nervios porque nunca lo habíamos hecho y por saber cómo se comportaría él durante el trayecto. Además, llegando al D.F. teníamos que transbordar en otro autobus para llegar a Pachuca. Pero todo fue bien. Sin mayor complicación.

Pasamos una semana allá. El clima estuvo frío y muy lluvioso, pero la pasamos muy bien. Un poquito de vacaciones para mí porque las abuelas son muy atentas con nosotros y me han ayudado mucho con las necesidades de Octavio en este mes en el que Israel estuvo fuera. El abuelo orgulloso por ver sus genes heredados. Muy en familia, pasamos días contentos, con Octavio iluminándonos a todos.

Le festejamos en casa de sus abuelos sus 10 meses de vida y ya estamos planeando su primer cumpleaño, que está a la vuelta de la esquina, increiblemente. Festejamos también el regreso del trotamundos, que nos llenó de las anécdotas de su viaje por Estambul y su visita a los museos de NY.

Ahora retomaremos de nuevo nuestra rutina, juntos los 3, en nuestra casita, con muchos proyectos, muchas esperanzas y muchas ganas de seguir edificando nuestro futuro...

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Caminando juntos

La historia de los papás de Octavio


I
Se conocieron hace muchos años. Tenían 20 años y muchos kilos menos en el cuerpo. Coincidieron en la universidad. En la lista de aceptados de la carrera de artes plásticas, ella era la primera y él el último, pero desde ese momento el destino comenzó a acercarlos. Para ambos, estudiar en la Unidad de Artes era un mundo maravilloso por descubrir. Él había estudiado antes en un taller de pintura, en su ciudad. Élla ya había estudiado diseño en una carrera técnica. Él dejó su ciudad para estudiar en otra y dejar así, la casa paterna. En la Facultad de Artes Plásticas se encontraron. Quedaron en el mismo grupo de preuniversitario. Hicieron juntos el tronco común de la carrera, después se separaron según las opciones elegidas –pintura y diseño-

La primera vez que hablaron fue en la clase de geometría descriptiva, trabajando juntos en la mesa de luz. A ella le pareció guapo e interesante, y le encantó que la hiciera reír tanto. Poco tiempo pasó para que se hicieran los mejores amigos, compartiendo el mundo cultural de Xalapa, iban al cine, a las exposiciones, al teatro, al concierto de la sinfónica… Les parecía que al fin habían encontrado a la persona que habían estado esperando. Así que al poco tiempo, la amistad se volvió amor… el principio de un amor infinito…

Entonces, entre la escuela, los desvelos, las tareas, los viajes, nunca se imaginaron que su amistad se profundizaría tanto y que su amor trascendería y les traería, al paso de los años a un hijo hermoso. Ni siquiera era una idea que pasara por sus cabezas.

Era un septiembre. Era un otoño. Hace 16 años cuando empezaron a andar su camino juntos…


martes, 24 de agosto de 2010

Mil ideas en la cabeza y un hermoso niño en la espalda

Sale loco de contento
con su cargamento para la ciudad
lleva en su pensamiento
todo un mundo lleno de felicidad
piensa remediar la situación
del hogar que es toda su ilusión


Y así salí hoy. El día amaneció luminoso y el sol siempre me pone contenta. Eché ropa a lavar porque hay que aprovechar que no había nubes anunciando lluvia. A ritmo de Octavio, desayunamos, se durmió, me bañé, ordené la casa y esperé a que despertara para poder irnos. Salí con mi cargamento, a buscar tiendas que quieran vender nuestros productos. Con una lista de lugares a los que ir, pensé en el tráfico terrible que tiene Xalapa y lo difícil que es encontrar dónde estacionar el coche, así que preferí quedarme un poco alejada del centro y caminar, muy cerca de uno de los hermosos parques que tenemos, Los Berros, con grandes árboles y una sombra deliciosa. Desde ahí emprendimos el camino, con las ilustraciones en el portaplanos en una mano, la bolsa en el hombro contrario y Octavio en el mei tai a la espalda, recorrimos las empinadas calles del centro de la ciudad.

De mi listado de lugares, el primero, una hermosa tienda de arte ya quebró, lo que desesperanzó un poco. Pensé que ojalá que Octavio no elija ser artista porque es muy difícil subsistir. Subí hacia el segundo, donde me entrevisté con la encargada que me dijo que el tipo de trabajo nuestro no entra en su tienda, porque el giro de ellos es el arte popular. Bueno, no importa, hay más lugares. En el tercero, una librería y centro cultural, me recibieron unas ilustraciones para probar si se venden, pero ellos se quedan con el 30% de la venta. En fin, así se trabaja por consignación, en todos los lugares que he preguntado. Para entonces yo ya iba cansada de caminar con el calor y por el peso de mi cargamento, el portaplanos y Octavio. Él iba más que feliz, pegado a mí, viendo el paisaje urbano y a la gente con la que nos topábamos y sonriéndole a todos con los que me entrevisté.

Y a cada paso me fueron llegando las ideas a la cabeza. Qué mas puedo hacer para traer el dinero a la casa? Ví a muchas mamás cargando a sus bebés en brazos y pensaba en mi plan de vender los rebozos. Ay si ya fuera distribuidora…, traería volantes y tarjetas para promocionarlos, seguro tendría ventas. Las mamás en la calle nos veían raro, pero interesadas… Algunas me han preguntado dónde compré mi cargador, porque nadie carga en Xalapa bebés en mei tai, fulares ni rebozos de argollas, no son populares, se usan más las carriolas. Espero que pronto pueda ser distribuidora. Comulgo con esta filosofía de la crianza natural, con apego y creo que puede ser un apoyo económico para mí. No quito el dedo del renglón. Quiero hacerlo. Pensé además, en qué manera puedo vincular nuestros productos, con los de crianza? Me parece que sí hay modo...

Después pensé en muchas cosas que podemos hacer, diseñar, ilustrar, que pueden ser enfocarse más a ciertos segmentos del público. Xalapa es una ciudad de estudiantes y tiene un gran movimiento artístico y cultura. Así que diseñar postales y separadores con temáticas sobre literatura para las librerías, sobre músicos e instrumentos para las tiendas de música. Los temas del arte popular y urbano, son muy gustados. Salir, ver la gente, las tiendas, hablar con la gente, me llenó la cabeza de ideas. Así que hay que aterrizarlas. Tengo muchas esperanzas de que nos va a ir bien. Sólo es cosa de capitalizar y tener paciencia, hay que trabajar mucho, ser más creativos. En la última tiendita me pidieron un catálogo, que tengo ya comenzado, pero me dijeron que el trabajo entraría perfecto y me sugirieron que llevemos un exhibidor, que ya también tengo en la cabeza.

También me llegó la claridad para hacer una campaña de autopromoción de mi trabajo como diseñadora… y cobrar con dinero o en especie, intercambiar cosas que necesito.

Si quiero vivir sin un empleo fijo, tengo que inyectarme de entusiasmo y organizarme para sacarle provecho al tiempo. Diseño mejor de noche porque en el día estoy dedicada a Octavio. Pero estoy tratando de sacarle jugo a los momentos en los que él duerme.

Náhuatl y Mónica son muy inspiradoras para mí. Mamás que trabajan en casa y por internet. Mamás creativas y talentosas, de las que quiero aprender. Y de las que, viendo su ejemplo, creo que sí se puede. El camino es difícil pero con paciencia y entrega se puede hacer… Quiero ser una mamá que trabaja, desarrolla su profesión sin descuidar la crianza de su hijo.

Ya visitados todos los lugares, seguimos caminando, ahora de regreso al coche… hablando y cantándole a Octavio, que ya se iba cabeceando porque le arrulló el movimiento. Iba cansada pero contenta con mis ideas. Traía una sonrisa en la cara porque además sentí que aproveché el día, trabajando y sin dejar a Octavio encargado…y sí, cargado.

Hicimos una parada para descansar en el parque antes de subirnos al coche para regresar a la casa. Lo bajé del mei tai y buscamos una buena sombra donde le dí lechita. Este fue, sin duda fue un día productivo y esperanzador...

lunes, 23 de agosto de 2010

Nueve lunas

Octavio, hace 18 meses que estamos juntos, pero hace 9 meses te conocí y casi no puedo acordarme de que antes estuvimos sin ti...

Cada día me sorprendes más. Eres muy sociable, tienes una sonrisa deliciosa. Eres muy coqueto, te gustan las muchachas... Cambiarte el pañal, bañarte y vestirte se ha vuelto una arena de lucha libre, porque no te estás quieto, haces mil piruetas para zafarte de mis manos y huir liberado...

Te estás brincando la gateada, lo que quieres es estar de pie... A todo dices que sí, lo empezaste a hacer en casa del abuelo Dante, cuando él te empezó a mover de arriba a abajo la cabeza para saludarte y tú le respondiste del mismo modo... Has creado un gran lazo con la abuelita Isabel. Ella te canta para arrullarte y tú cantas con ella. Se escuchan muy lindos. La abuelita te regaló una andadera y un corral. A mí me causan sentimientos encontrados, porque yo quisiera cargarte todo el tiempo, pero ya pesas mucho y tú ya quieres bajarte. Creo que caminarás pronto. Quieres alcanzarlo todo...

Estos días que papá está de viaje lo has buscado en las mañanas junto a tí. Entre las cobijas lo llamas, esperando verlo. Aún no dices papá ni mamá, consciente de lo que significan esas palabras, pero repites constantemente las sílabas pa pa pá y ma ma má. Sobre todo sé que me llamas, me exiges cuando tienes alguna molestia.

Tus nueve meses son el principio de una época en la que hay que extremar precauciones, para que no te lastimes y en la que agarraremos la condición perdida para poder seguirte el ritmo. Estas creciendo muy rápido... en un abrir y cerrar de ojos tendrás un año... increible cuántos y qué grandes son los logros de un niño en su primer año de vida...
 
Todavía te recuerdo ligerito, con la piel arrugadita de tan pequeñito que naciste y cuando te daba tus bañitos de sol para corregir la hictericia de recién nacido, casi me cabías en las manos... y ahora eres un muchachito enorme e inteligente que quiere comerse al mundo...
 
Te amo Octavio, gracias por existir... 
 

martes, 17 de agosto de 2010

Colecho con leche

Hace poco dos mamás me contaron cosas que me impresionaron.

Una, que para destetar a su hijita de un año, se untó chile en el pezón y lloraban las dos, pero logró por fin, que su niña dejara de querer tomar su leche. Otra, que se jactaba de que se deshizo de la necesidad de su hijo, que recién nacido lloraba desesperado queriendo abrazarse a ella y tenerla permanentemente cerca, en brazos, y lo dejó llorar 3 días en su cuna, hasta que el pobrecito se conformó y no lloró más.

Me impactó la crueldad, con la que creen esas mamás, que le hicieron un bien a sus hijos. Ambas lo creen porque les están marcando, según ellas, con esos métodos, un camino de independencia. Y ambas aman a sus hijos, de eso no hay duda.

Cada quien sus hijos, pero yo no puedo estar en más desacuerdo. Pobrecitos... pienso, si son tan pequeñitos, tan indefensos, si estuvieron 9 meses en su casita confortable, amorosa, calientita... por qué querer separarse de ellos así, haciendo todo por quitárselos de encima, una para que dejara de pegarsele a la chichi y la otra para que el bebecito la dejara dormir tranquila, separado, en una inmensa y fría cuna, sin el calor de mamá... Crueles, muy crueles...  

Repito, cada quien sabe. No soy nadie para juzgar. Seguramente cometeré muchos errores, en el afan de querer hacerle un bien a mi niño, nadie es perfecto, pero yo trataré de no ser cruel, de no hacer nada que lo lastime, que le deje ningún sentimiento de desolación y abandono.

Lactancia y colecho, dos conceptos que ahora entiendo con profundidad porque los vivo. Tengo más leche y me siento muy feliz de que mi chiquito la quiera (la fórmula ya no le gusta). Octavio toma la lechita de su mamá toda la noche porque además se duerme junto a él. Lactancia y colecho, profundizando lazos... 

Israel, que no estaba muy convencido del colecho, me dijo hace poco que yo le creé la adicción de querer dormirnos los 3 juntos. Me dijo, antes de irse, que extrañaría nuestra cama de 3 y despertarse con las manitas calientitas de Octavio en su espalda, listas para escalarlo a él, su montaña sagrada...

La cunita de Octavio la usamos poco, tiene juguetitos y está bonita, confortable y a Octavio le gusta pararse agarrando los barrotes, le da mucha risa, empezar a ver el mundo desde otra perspectiva...

... pero para dormir en la noche no, ya no la usamos...

Ni modo, nos volvimos adictos al colecho con leche :) ...

...y a amanecer entre sonrisas...

lunes, 16 de agosto de 2010

Monsieur Israel et les fleurs du Coran


ó Born to fly...

ó Salir al mundo...

ó Constantinopla mon amour...

...así se puede llamar la película...

Israel nació para salir, para conocer, para maravillarse con otras culturas. Es artista, su alma necesita nutrirse viendo otras personas, otro modo de ser y de vivir. Viajar es parte fundamental de él, explorar, conocer...

Me encanta que sea así. Que tenga y aproveche las oportunidades que se le presentan, que son únicas en la vida para hacer lo que se quiere hacer. Yo misma quisiera poder hacerlo. Quisiera hacerlo juntos, ahora los tres. Espero que Octavio herede ese mismo espíritu y salga, que en su momento vuele de su amoroso nido, que nutra su alma, que conozca todo lo diferente... como lo que le dice Benjamin Button a su hija en una carta... Ese es nuestro espíritu... ese es el motor que hace que Israel de tiempo en tiempo agarre su mochila y salga al mundo. Ese es el espíritu que yo no quiero perder. Ese, espíritu aventurero, es el que quiero que mi hijo tenga, que vea, que existe un mundo maravilloso por descubrir...

Buen viaje por la gran Constantinopla... Vuelve pronto mon amour...

lunes, 9 de agosto de 2010

:(

A veces quiere uno decir muchas cosas que siente y piensa... pero nada más no fluyen... Quisiera escribir más, pero tengo poco tiempo para el blog, para mi casa, para mi, para todo... Tener la preocupación de mi situación económica me bloquea totalmente, no quiero ni moverme, para no gastar... Quisiera bajar de peso, comprarme ropa, arreglarme el pelo, usar mis lentes de contacto, dormir, salir a cenar... No hay dinero que me alcance ni tiempo para hacer más cosas, para trabajar más y mejorar mi economía personal... No puedo terminar mis pendientes y ya no quisiera desvelarme tanto... pero es de noche cuando más puedo avanzar.

Hoy estoy bastante desanimada... Israel se va de viaje de nuevo y siempre me da el bajón, no porque no me de alegría que tenga oportunidades para salir, pero yo me quedo con todo acá... Me siento abrumada... triste... me duele la cabeza...

Espero regresar a mi blog con mejor ánimo...

jueves, 29 de julio de 2010

Soy terca ♥





Cuál es el reto que más trabajo me ha costado sobrepasar para lactar

Creer en mi misma, romper con la idea de que no tengo suficiente leche para nutrirlo...


Qué es lo que más me gusta de amamantar

Me gusta saber que estamos más cercanos, ahora que dormimos juntos y que le doy toda la noche la teta, dormimos mejor, abrazados, calientitos. Es tiempo compartido único e irrepetible. Crecen tan rápido. Un día mi hijo volará de su nido y me reconfortará saber que le dí parte de mi ser...

A qué edad pienso destetarlo

Me he ido poniendo metas. Un mes, tres meses, seis meses... ahora quiero llegar al año, pero en realidad no tengo prisa... así que sea cuando él quiera... Soy terca, quiero seguirle dando, hago oídos sordos (literal) para no dejar que me molesten los comentarios y malas miradas de los demás...

Cuál es mi experiencia con los médicos (pediatras , ginecólogos, dentistas, etc.) respecto a la lactancia
 
Tenía once o doce años, cuando tuve que visitar por primera vez al ginecólogo. Una capa de “bolitas” se me había formado en mis glándulas mamarias en pleno crecimiento. La receta fue un tratamiento que inhibiría esa formación de quistes y la recomendación de que, en cuanto pudiera, tuviera un hijo y que lo amamantara, ya que amamantar me protegería de quistes malignos en los senos. Desde entonces supe que amamantar me traería beneficios.
 
Muchos, muchos años tuvieron que pasar para que me embarazara. Mi ginecóloga me dijo desde la primera consulta prenatal de que tenía que amamantar, me enumeró los muchos beneficios de hacerlo y me dio algunos ejercicios y el momento del embarazo en que tendría que hacerlos para preparar el pezón.
 
Pero cuando nació Octavio, su pediatra nos dijo que le diéramos la fórmula, que ella misma nos obsequió, porque el bebé lloraba mucho de hambre. Yo le creí. Pero me he puesto muy terca y nunca dejé de ofrecerle la teta, hasta que la agarró bien y que empecé a tener más leche. Nunca he tenido mucha, pero aún así, quiero prolongarle el tiempo de lactancia, aunque la pediatra diga que despúes de un año de vida ya no les trae más beneficio. Yo ya no le creo...

Soy terca ♥...

jueves, 22 de julio de 2010

Nuestro nido se une a la Fiesta Bloguera de Lactancia!

A propósito de la celebración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna (del 1° al 7 de agosto), Familia Libre invita a las mamás blogueras a participar en “La Fiesta Bloguera de Lactancia”. Yo, desde aquí, lo hago extensivo...

Nosotros tenemos mucho que decir y sentir al respecto. Ya he escrito en este blog algunas reflexiones, y para iniciar nuestra participación, transcribo un fragmento de una entrada anterior, donde escribí algunas cosas sobre la crianza de Octavio y con especial sentimiento, el relacionado a nuestra experiencia con la lactancia.

"..., el tema de la lactancia es uno de los que más me puede hacer sentir algo de frustración. Hasta lo sueño, como anoche, que soñé que estaba en la consulta de Octavio y que una enfermera me estaba enseñando a amamantarlo. Yo le decía que no tenía leche, entonces ella me inyectaba algo y de pronto me empezaba a brotar la leche a chorros, como una fuente. Que él hasta se atragantaba de tanta leche que me salía. Me daba mucha alegría, porque pensaba que aunque ya Octavio tiene 7 meses, todavía era buen momento para darle de mi leche.


Tengo muy claro que nadie, creo yo, me ha dicho cosas en mal plan. Pero he escuchado cosas dolorosas de gente muy cercana y querida, dígase suegra y mamá, como por ejemplo, cuando al principio, me decían "no lo llenas", "no te sale", "se queda con hambre", y como además, para colmo, el bebé lloraba mucho y bajó de peso considerablemente en su primera semana de vida, cuando me di cuenta, ellas ya habían comprado la fórmula y se la empezamos a dar. La misma pediatra nos lo recomendó. Pero, yo totalmente inexperta, supuse que lo que decían ellas, con su experiencia, era lo mejor... así que hice caso y no pude establecer la lactancia materna exclusiva, como yo hubiera querido...


Quise con todas mis ganas tener mucha leche, me instruí con una asesora de la Liga de la Leche, dejé el reloj de lado y traté de aplicar el concepto de libre demanda. Nunca he producido mucha leche, pero aún así yo me puse necia y le he seguido dando, hasta hoy, la chichi a Octavio. A lo mejor no ha sido su alimento exclusivo, a lo mejor ahora ya nada más la tome como un vínculo estrecho entre nosotros como mamá e hijo, tal ves ahora sean traguitos de agua para conciliar el sueño… pero yo siento bonito, y a él le da mucha alegría y emoción ver la chichi… es su alimento emocional… Yo, mientras él quiera se la seguiré dando, es la única opinión, la de él, la que me importa…"



Aún tengo mucho que decir... escribir... sentir... y festejar... viva la lactancia materna!

jueves, 15 de julio de 2010

Bienvenidas / Despedidas

Ayer fue un día especial, de bienvenidas y de despedidas...

Fuimos a visitar a la primita de Octavio que tiene 3 semanas de nacida. Octavio, que ya es un bebé grande, enorme, junto a Sofía, le llevó su bambineto, su "burbuja" (una camita portátil muy bonita y práctica que se pliega y que mantiene al bebé adentro protegido de los moscos porque tiene tela mosquitera) y unas prendas de ropa chiquitita y que si la uso sería, acaso, una sola vez.

A élla se le ve todo enorme. A Octavio ya esas cosas le vienen chicas. El bambineto lo usó mucho de recién nacido. Siempre le fue muy confortable para dormir y cuando salimos de viaje, era su espacio familiar donde encontrar refugio y sueño. "La burbuja" fue un regalo que mi hermano le compró a Octavio cuando aún no nacía. Creo que ni siquiera se me notaba la panza cuando llegó, todo emocionado con el regalo, heredado, a su vez, de los hijitos de uno de sus amigos. Insisto en que las cosas de los bebés pueden usarse y reusarse con varios niños, porque las dejan en perfecto estado porque crecen muy aprisa. Así que es el turno de que la querida "burbuja" esté resguardando y protegiendo el sueño de Sofía.

Mi prima tiene poca leche y en la desesperación de la bebé por el hambre, le empezaron a dar fórmula en biberón (conozco esa historia). Pero ahora yo, que ya no soy tan primeriza, le hablé de la importancia de la lactancia materna, de que no se desespere, de que haga oídos sordos, de que se la pegue al pecho todo el tiempo que pueda, que así ella empezará a prenderse de él. Y claro, tendría que tratar de quitarle el biberón. Es más, le enseñé cómo acomodarsela y me la pegué al pecho y la bebé sí se prende del pezón, sí mama.

Qué sensación, chistosa, rara y agradable, la de darle de mi leche a otro bebé que no fuera Octavio. Me sentí util y feliz. Ha aumentado mi producción de leche en estos días. Creo que ha ayudado mucho la ingesta de más líquidos, la metoclopramida que me recomendó la pediatra y a que me pego mucho a Octavio por cualquier motivo, ya sea sueño o consuelo. Pero lo que creo que ha ayudado más, es que durante los días de la gripe y tos de Octavio, nos dormimos juntitos muchos días, y él se me pega toda la noche a la chichi. Ahora que ya no está enfermo ya no quiero separame de él y lo seguimos dejando dormir en nuestra cama. :) Espero que papá siga de acuerdo en compartir su cama y su mujer con otro ;) Yo ahora encuentro que el colecho fomenta la lactancia materna.

Es un mundo de diferencia, los casi 8 meses que hay entre Octavio y Sofïa. Es una maravilla el desarrollo diario en el primer año de vida de un bebé. Son impresionantes los logros y avances que tienen en tan poco tiempo. Ni parece que un día Octavio fue así de pequeñito que Sofía.

Así que nos despedimos de las cosas de bebé chiquito dándole la bienvenida a Sofía brindándole un poco de lechita mía. Y le damos la bienvenida también, por fin, a un dientecito que se hace el remolón, pero que se asoma bonito en las encías de Octavio. Adiós a la sonrisa desdentada, bienvenida la sonrisa con dientitito. Hermosisimas y únicas ambas, como hermosos y únicos, son nuestros Sofía y Octavio.

sábado, 10 de julio de 2010

¿Y quién es ese señor?

Esta mañana estamos contentos porque Octavio ya está saliendo de la enfermedad... y por eso, hemos estado escuchando las hermosas canciones que acompañaron mi primera infancia, las poesías musicales de nuestro veracruzano Cri Cri, el Grillo Cantor...

Gracias a las primas Nadia y Oriana y sus papás que nos regalaron un disco con todas sus canciones.

Nuestras favoritas: Ojitos de cascabel, El Venadito, Cocuyito Playero, El vals del Rey, Jorobita, La Guacamaya, Mi Burrita, Marina. No se si a Octavio le lleguen a gustar tanto como a mí, pero es una herencia generacional de música infantil de calidad, la de Cri Cri, que ha acompañado a los niños desde los años 50 del siglo pasado. Todo un deleite que ahora comparto con él...

lunes, 5 de julio de 2010

Octavo ♥ Octavio

...Y tu primera infección en la garganta :(

Ya ibas mejorando de la gripa de la semana pasada pero empeoró. Ayer y hoy has tenido accesos de tos que casi te ahogan. Has dormido muy mal y estás lloroso. Así que tu cumplemes ha pasado sin festejo, entre cucharadas de miel y la visita a la pediatra. Tus papás, que no habían tenido la experiencia de tenerte enfermito, se estresan y preocupan, porque no les gusta verte así...

Componte mi niño, quiero ver de nuevo tus ojitos pispiretos mirándome enamorado...

martes, 29 de junio de 2010

Mamá trabaja en casa

Tengo mucho trabajo y no me doy a basto. Estoy contenta porque desde que nació Octavio no había tenido trabajo. Y ahora cayó y parece que cayó todo junto. Estamos haciendo un libro, un logotipo, una etiqueta, una escenografía y los diseños de los productos de nuestra marca para la venta en un stand de la Feria del Libro. Todo eso, más todas las miles de pausas que tengo que hacer para atender al cada vez más exigente Octavio. Y claro, tener más o menos en orden la casa. Así que avanzo lento, muy lento y eso me desespera, pues tenemos muy cerca las fechas de entrega. Para acabarla, los dos, Israel y Octavio están agripados.

Aunque en momentos de desesperación pienso en que lo mejor sería llevar a Octavio a una guardería, no me gustaría despegarme de él por lo pronto, que es tan pequeño. Puede que sea una solución para mí, para ser más productiva y que pueda trabajar de corrido varias horas, pero siento que tenemos la opción de poder estar con él, en casa, trabajando y atendiéndolo y cuidándolo, con todo el amor que sólo le pueden dar sus papás. Además no sé si podría separame de él. Igual tampoco me concentraría de estar pensando que está lejos con gente extraña...

Para estimular a Octavio, en estos días tan pesados, le pusimos una colchoneta donde puede estar a sus anchas, con juguetes, sonajas y música, mientras sus papás, están cerca, trabajando, diseñando, pintando... Y le ha ayudado, pues parece que no tardando empezará a gatear.

Así, que mejor estoy tratando de aprovechar al máximo el tiempo, la triple jornada, para poder atender todo. Con organización, esto tiene que dar buenos frutos y un mejor futuro para Octavio...

sábado, 12 de junio de 2010

Nubes negras

Ya se va para los cielos
Ese querido angelito,
A rogar por sus abuelos,
Por sus padres y hermanitos.
Cuando se muere la carne
El alma busca su sitio,
Adentro de una amapola
O dentro de un pajarito.
La tierra lo está esperando
Con su corazón abierto,
Por eso es que el angelito
Parece que está despierto.
Cuando se muere la carne
El alma busca su centro,
En el brillo de una rosa
O de un pececito nuevo.
En su cunita de tierra

Lo arrullará una campana,
mientras la lluvia le limpia
Su carita en la mañana.
Cuando se muere la carne
El alma busca su diana,
En el misterio del mundo
Que le ha abierto
Su ventana.
Las mariposas alegres
De ver el bello angelito,
Alrededor de su cuna
Le caminan despacito.
Cuando se muere la carne
El alma va derechito
A saludar a la luna
Y de paso al lucerito.
Adónde se fué su gracia
Adónde fué su dulzura,
Por qué se cae su cuerpo
Como una fruta madura.
Cuando se muere la carne
El alma busca en la altura
La explicación de su vida
Cortada con tal premura,
La explicación de su muerte
Prisionera en una tumba.
Cuando se muere en carne
El alma se queda oscura.

Hace poco, con los sentimientos a flor de piel, volví a escuchar esta canción que de niña oía en un disco de Violeta Parra que ponía mi mamá. A mí me gustaba, porque la relacionaba con mi primito ahogado, a quien a veces visitábamos en el cementerio. La escultura de angelito de su tumba también me gustaba. Como niña, tomaba la muerte con mucha naturalidad y como algo abstracto. Con el milagro de dar vida, comprendes también lo frágil que es. Que la muerte es algo real.


Hay pensamientos que me dan miedo. Quizá porque estar tan expuestos a toda esta ola de violencia que se ha estado desatando cada vez con más frecuencia en el país. A veces siento que un día va a sonar el teléfono avisándonos malas noticias y me da miedo. Me dan miedo los accidentes, las enfermedades, los fuegos cruzados, la mala suerte de estar en el lugar equivocado...

Cuando me entero de cosas como el bullying o abuso entre compañeros de escuela; cuando veo cosas terribles como el incendio de los niños de la guardería; Cuando pienso en el niño de 5 años de una amiga, que se murió cuando lo de la influenza; cuando pienso en el dolor de mis tíos, teniendo que reconocer a sus dos hijos, mis primos, uno muerto ahogado en la pila de agua -el angelito de la canción-, cuando era un bebecito que recién caminaba y el otro, muchos años después, muerto en un accidente automovilístico, cuando ya había terminado la universidad; Cuando me entero que la ciudad tranquila donde vivimos ya dejó de serlo porque andan impunemente los delincuentes, secuertrando, asesinando, dejando a familias enteras sumadas en el dolor por las muertes violentas de sus hijos... O cuando pienso en el día en que moriré y dejaré a mi hijo solo. Lloro mucho, me da mucha tristeza pensar en todo eso.

Pero no se puede vivir con miedo. Ese es un signo de neurosis. Pese a todo, la vida sigue. No sé de dónde saca fuerzas mi tía para seguir viviendo, ni los papás de los niños quemados de la guardería la energía para luchar porque les hagan justicia. Yo me abrazo muy fuerte a mi niño y me sacudo de la cabeza las nubes negras. Por él es que no puedo permitir que el miedo me paralice.

Sé por ley natural que en la vida tenemos que vivir episodios tristes, la pérdida de seres queridos, sentir dolor... Sólo espero no tener que pasar por cosas terribles, que todos estemos bien, que nunca nos pase nada, que vivamos, mientras nos dure, una vida plena y feliz.

{momento}























Con la tía Dunia el día que cumplió 7 meses

jueves, 10 de junio de 2010

Pastelito

Comprobadísimo... es el papel arroz el que causa le las rozaduras. Se había curado ya, habiendo corregido todo lo que probablemente se la causaba y al volver a utilizar la hoja de papel arroz, regresó la piel roja. Así que decidí no volver a utilizarlo, por lo menos, no el de esta marca. Seguramente probaré con la otra marca, porque sí me gusta, creo que con la caca más sólida se facilita mucho el cambio de pañal, pero por lo pronto no se lo pondré.

Papá regresaba del trabajo y Octavio estaba con las nalguitas pelonas, sin pañal, para dejarlo en la libertad y dejar que el aire mejore su piel. Estábamos los 3 en la cama, platicando de la jornada, y Octavio, que había hecho muchas fiestas por ver a papá, de pronto se quedó muy calladito, serio, pensativo, concentrado... El brazo de papá sintió de pronto que algo calientito le cayó encima, y sí... era la marca de Octavio... lo que faltaba que le hiciera. Así que, además de guacareadas, babas y orinadas, ahora fué una linda caquita... un lindo y oloroso pastelito de regalo para demostrarle a papito cuánto lo quiere... :D

Pero, lo que son las cosas, nada de eso nos da asco... y nos dió mucha risa...

Ah... y ya pensé... voy a utilizar los rollos de papel arroz como filtros para el café... seguramente servirán...

miércoles, 2 de junio de 2010

Estrenando Mei Tais


Conocí a Patty, de Rebozitos, y nos hizo dos Mei Tais hermosos. El de hojitas es para mí y el café es para que Israel pueda cargar gustoso a Octavio en la espalda y llevárselo a recorrer el mundo, como lo proyecta en este dibujito.


Me declaro una mamá canguro irremediable... ¡Soy adicta a los rebozos!!!


Y al crío parece que le encanta =D